Opinión: 10 años después

Esta semana se cumplen 10 años del inicio de la era de los turbos híbridos en Fórmula 1, actual especificación de motores que estará en rigor hasta 2026 cuando se introduzca las nuevas regulaciones, las cuales seguirán siendo base, pero con un mayor énfasis en electrificación, eficiencia de consumo de combustible y mayor potencia.

La llegada de los turbos híbridos estaba en desarrollo desde al menos 2005, en lo que fue una de las últimas acciones de Max Mosley como presidente de la FIA que fue postergada por los años hasta finalmente ser oficializado en 2011 para su entrada en 2014.

GP de Australia de ese año fue una carrera llena de dudas sobre la confiabilidad de la nueva fórmula de motores y cuyo nuevo nombre paso a ser de «Unidades de Potencia», ya que estaba compuesta de diferentes elementos aparte del motor de combustión interna como el MGU-K y H, ERS.

Otro de los puntos hablados de las regulaciones del 2014 estuvo en el diseño de los alerones en un intento de reducir riesgos al momento de un impacto. Foto gentileza de Motorsport Images.

¿Iban a haber suficientes autos participando o llegando a la bandera a cuadros? fueron algunas de las interrogantes previas, mientras que el punto de discusión era el ruido generado por los motores que eran completamente diferentes a los V8. Por alguna razón, eso nunca me molestó, siempre creí que el reclamo era desproporcionado y a ratos exagerados, pero cuando uno es promotor uno debe usar todos los elementos para vender un espectáculo como es la Fórmula 1.

Por más que los V8 fuesen atractivos por su sonido, desde lo tecnológico eran completamente anticuados. Ya que su desarrollo estaba congelado desde 2006, año de su introducción por lo que nunca tuvieron una evolución acorde como ocurrió con sus antecesores los V10. La antítesis de lo que es Fórmula 1.

Un claro ejemplo de esto son las vueltas OnBoard durante ese periodo y ver el momento que llegaban a los 300 km/h, incluso con el DRS y KERS en funcionamiento para percatarse de que estaban en el límite y el limitador de revoluciones saltaba de manera repetitiva con un ronrroneo.

Un V8 de Renault al límite de sus capacidades en la despedida de los motores que hubo en el garage de Red Bull en 2013. Foto gentileza de Motorsport Images.

En estos 10 años hemos visto los dominios de Mercedes de la mano de Lewis Hamilton y Nico Rosberg, como también el reverdecimiento de laureles por parte de Red Bull con Max Verstappen.
En cuanto a marcas participantes, solo Honda entró en lo que fue otro de sus numerosos regresos a la categoría en 2015 para abandonar en 2021, en lo que fue un regreso con resorte, ya que volverán nuevamente junto a Aston Martin para 2026.

Como ha ocurrido a lo largo de la historia de Fórmula 1, siempre hay un equipo dominante que sobre sale sobre el resto. Ya pasó previamente con Williams y su electrónica a inicios de los 90s, Ferrari con su Dream Team y el trabajo a la par con Bridgestone a inicios del 2000, Red Bull y su desarrollo aerodinamico que marcó la pauta en los años finales de la era V8 que los tuvo dominando cuatro años seguidos.

¿Qué se puede sacar sobre lo que ha sido esta década de híbridos? Nunca fue un fracaso porqué fuimos testigos privilegiados de uno de los hitos de ingeniería más grandes en la historia de Fórmula 1 con los motores más potentes hasta la fecha, capaces de recorrer más de 3000 km por temporada y con una fiabilidad casi perfecta. Aunque para llegar a eso hubo varios desafíos como lo vivido por Honda en su regreso a la categoría con McLaren.

Una postal de la década pasada como fueron los fallos en las Unidades de Potencia de Honda. Foto gentileza de Motorsport Images.

De la mano de un motor híbrido Lewis Hamilton hizo la vuelta más rápida en la historia de Fórmula 1 en Monza con un promedio de velocidad de 264.362 kilómetros por hora. Batiendo el registro previo, hecho también con un motor híbrido y en ese mismo circuito por parte de Kimi Raikkonen en 2018, el cual promedió 263 km/h.

No obstante, para cuando los híbridos llegaron a F1 en 2014, el WEC era el campeonato líder a nivel mundial en esa área y tenía a las marcas que F1 quería tener como Audi (finalmente entrarán a F1 en 2026), Porsche y Toyota. Pese a eso, Fórmula 1 nunca sufrió penurias en cuanto a escasez de proveedores, incluso en momentos difíciles como le ocurrió a Red Bull y su complejo divorcio de Renault para 2018.

El error de Fórmula 1 no fue la instaurar los híbridos, sino que la falta de información hacía el público, explicar lo que era, sus ventajas, el funcionamiento, no tan especifico, pero si destacar lo revolucionario que era para ese entonces. Algo que el propio Mosley reconoció años después en una entrevista al Daily Mail.

«Es importante para la Formula 1 evolucionar. La seguridad fue el gran desafío en el Siglo XX y el medio ambiente es el gran desafío para el Siglo XXI. Si esto no se comprende y asume, el deporte corre un gran riesgo de convertirse en algo irrelevante

La responsabilidad social corporativa para las marcas es importante y hay una necesidad para ir en esa dirección para que el deporte no pierda auspiciadores y marcas. Ellos ven lo importante que es está tecnología en el desarrollo de los autos de calle.

Si hay algo que creo que se podría haber hecho mejor es cómo se ha explicado al público las nuevas regulaciones y las razones que hay detrás de ella. Se ha perdido una oportunidad». – Max Mosley en conversación con el Daily Mail

Bernie Ecclestone nunca fue fan de estas regulaciones, como también su reconocida reticencia a las redes sociales por lo que nunca iba a utilizar a FOM para darse las molestias de explicarlas al público con su herramienta favorita, la TV u publicidad. Algo completamente distinto a lo hecho por Liberty Media, actuales dueños comerciales de la categoría que en 2021 empezaron a promover los turbos híbridos como el «Motor más eficiente del mundo».

Foto gentileza de Formula1.com

Hacer el cambio a los híbridos fue un paso necesario para que Fórmula 1 siguiera siendo relevante, obviamente que las cosas cambian cuando uno ve las cosas con el diario del lunes como su complejidad que fue el dolor de cabeza en sus primeros años. De hecho, si yo hubiese estado a cargo, hubiera demorado su implementación para 2015 o 2016.

A fin de cuentas, los híbridos seguirán presentes en Fórmula 1, los motores atmosféricos ya son cosa del pasado y el auge de mayor popularidad en la historia de la categoría está ocurriendo en plena era híbrida. La base de las nuevas regulaciones del 2026 sigue siendo híbridas y ha traído finalmente a Audi y el regreso de Ford y Honda. Mientras que General Motors con la marca Cadillac esta con un fuerte deseo de competir, aunque depende mucho de la buena disposición de FOM de añadir un onceavo equipo en la grilla.

«Vamos a empezar a recordarles a todos lo que somos. Lo que tenemos hoy, desde 2014, el motor híbrido más eficiente del mundo y algo que nosotros necesitamos recordar». – Stefano Domenicalli, CEO del Formula One Group

Tomo años, pero finalmente gracias a estas regulaciones y al trabajo promocional hecho por Liberty Media han hecho que Fórmula 1 sea relevante nuevamente dentro de la industria automotriz.

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