Una de las cosas positivas que tiene IndyCar era el Mazda Road To Indy, un programa para pilotos jóvenes cuyo objetivo era producir y traer pilotos a la IndyCar Series, y que abarcaba desde la F2000, Pro Mazda e Indy Lights. El programa se caracterizaba por sus becas, en donde el campeón de la Indy Lights recibía una plaza que le garantizaba participar en tres carreras de la temporada de IndyCar, entre ellas las 500 millas de Indianápolis.

Patricio O’Ward ganó el campeonato 2018 de la Indy Lights y la última bajo el Mazda Road To Indy, ya que la compañía japonesa anunció la descontinuación del programa para el final de esta temporada.

Este miercoles se confirmó la llegada de Patricio O’Ward y Colton Herta como pilotos a tiempo completo del equipo Harding/Steinbrenner Racing para la temporada 2019 de IndyCar. Dos de los jóvenes pilotos con mayor promesa en el automovilismo estadounidense ya tenían auto y equipo asegurados a solo días de haber terminado la temporada 2018 de IndyCar.

Ambos pilotos hicieron su debut en IndyCar durante el Gran Premio de Sonoma del domingo pasado, en donde O’Ward fue la gran sorpresa tras haber largado quinto y finalizar noveno.

Con O’Ward y Herta, Harding/Steinbrenner se convierte en el equipo más joven de la categoría con un promedio de edad de 18.5 años IndyCar y que tiene además al dueño de equipo más joven de la categoría en George Steinbrenner IV; nieto de George Steinbrenner, histórico dueño de los Yankees de Nueva York.

Los millennials finalmente están llegando a IndyCar, una categoría que informalmente se le ha conocido como la «convención de hombres viejos» porque la demografía del fanático de IndyCar en el pasado rozaba los 40 años de promedio, aunque eso ha cambiado en los últimos años. Según un estudio por la agencia Nielsen, el 42% de la fanaticada de IndyCar es millenial. 

La llegada de O’Ward a IndyCar reviva el deseo de la categoría de volver a México tras 11 años de ausencia. Ya el año pasado hubo un intento que fracasó por la falta de un piloto mexicano. El poder tener una carrera en tierras mexicanas sería el primer paso de IndyCar de revivir el mercado latino que durante años ha estado distante de la categoría, a diferencia de lo que fue en la década de los 90 con Miami y Brasil siendo los puntos principales, junto a las carreras en Río de Janeiro, Monterrey y Ciudad de México.

El mercado mexicano fue uno de los elementos claves que mantuvieron viva a la Champ Car en los sus últimos años, cuando la situación se estaba volviendo insostenible tras la quiebra y rescate por parte de los dueños de equipos en 2004.  De hecho, la última carrera válida por el campeonato de Champ Car fue en México, en el autódromo de los Hermanos Rodríguez en 2007.

Lo que ocurra en 2019 será clave para que IndyCar finalmente de el gran salto y empiece a recuperar a pasos agigantados el terreno perdido por culpa de la guerra civil que hubo entre CART y el Indianapolis Motor Speedway.

IndyCar está en un periodo de auge en cuanto a equipos, popularidad entre el público, TV, pero falta eso que impulse a IndyCar para llegar a un mayor nivel. Por esto es tan importante que McLaren o Fernando Alonso confirmen su llegada para 2019, en especial con IndyCar demorando la negociación por los derechos de transmisiones a nivel internacional hasta que haya un desenlace; que NBC haga un gran trabajo promoviendo IndyCar, que la categoría también lo haga por cuenta propia dando a conocer sus piloto a mayor nivel.

Patricio O’Ward recien esta dando sus primeros pasos en la IndyCar, pero ya tiene un asiento ya confirmado junto a uno de los dueños de equipo más jóvenes en la historia de IndyCar. Mientras que la categoría está entrando en un periodo clave que puede definir el destino a largo plazo de IndyCar.