Retro F1: La primera aventura de F1 por Las Vegas

Nelson Piquet ganó su primero de tres campeonatos mundiales en Las Vegas, el brasileño cruzo la línea de meta después de 75 vueltas con su cuello inclinado a la izquierda debido a la excesiva fuerza G que sumado a las altas temperaturas de ese día que desgastó físicamente a los pilotos. Una vez que detuvo su auto, vomitó, mientras estaba rodeado de integrantes de su equipo y fanáticos celebrando la obtención del campeonato.

Al otro lado de la vereda estaba Carlos Reutemann, el argentino del equipo Williams perdió el campeonato por tan solo dos puntos en una temporada de altos y bajos para “Lole” tras haber ganado a inicios de temporada en Brasil, pero desobedeciendo ordenes de equipo y un acuerdo de “seis segundos” que tenía con Alan Jones que dio inicio a rumores de sabotaje dentro del equipo británico como forma de represalia a su actuar. No importaba que fuese líder del campeonato, la jerarquía se debía respetar.

El brasileño y el argentino junto al francés Jacques Lafite llegaron a Sin City como los únicos con chances de salir campeón en un final de temporada que se corrió en un circuito hecho dentro de los estacionamientos del casino Caesars Palace para lo que fue la edición inaugural del GP de Las Vegas en 1981.

Un ya recompuesto Nelson Piquet celebrando su primer campeonato en el podio, mientras el entonces presidente de FISA, Jean Marie Balestre da un discurso. Foto gentileza de Getty Images.

Los orígenes

La Fórmula 1 llegó a Las Vegas luego que el GP de los Estados Unidos en el Watkins Glen se cayera debido a problemas económicos. A su vez, la otra carrera dentro del país, en la costa oeste en Long Beach estaba tambaleándose también por problemas económicos debido a la poca rentabilidad del evento. Bernie Ecclestone estaba en los inicios de su dominio como amo y señor del lado comercial de F1 con FOCA dando sus primeros pasos.

Esto fue la oportunidad de oro para Bill Weinberger, antiguo vicepresidente del área de marketing del casino el cual selló un acuerdo con el británico para traer a la F1 a Las Vegas bajo la premisa de que tener un evento de clase mundial iba a generar más dinero y atraería más gente.

“Entre a la oficina un lunes a la mañana y Bill McKinley (entonces presidente del Caesars World). Me preguntó si había visto la carrera de Mónaco en la TV, a lo que le dije que no y preguntó si sabía algo de carreras, le dije no. Weinberger dijo, ‘Bueno, creo que sería una gran idea si tuviéramos una carrera así en Las Vegas’. Yo le dije, ‘Probablemente’, a lo que me respondió, ‘Ya hablé con Cliff (Pearlman, dueño del Caesars Palace) y cree que es una gran idea. Tú te encargas”. – Bill Weinberger

La idea original era de realizar el GP en las calles de la ciudad, pasando por la icónica Strip, pero la ciudad y el condado de Clark no aprobaron el proyecto. “El estado dijo no porqué el Boulevard de Las Vegas es una autopista estatal y vas a tener que romper las pistas y no vamos a dejarte hacer un desastre con el tráfico. El gobierno federal dijo que el sistema de autopistas era parte de nuestro sistema de defensa nacional y que necesitarían de una ley del congreso para hacer algo así” contó Weinberger a los medios locales.

El Strip en 1981 con sus luces de neón y entradas a casinos u hoteles. Foto gentileza de Getty Images.

Según reportes de la prensa, el trazado iba a tener al Strip como punto central para luego tener una serie de curvas a la derecha para pasar por la entrada del Caesars Palace, volver al Strip y pasar por Dunes (Hotel y casino) para luego entrar a la autopista con una rampa que uniría esa parte de la pista con el Caesars Palace y terminar la vuelta.

Con la idea original desechada, los organizadores tuvieron que hacer un Plan B que consistía en utilizar el estacionamiento del casino y crear un trazado de cuatro kilómetros que uso como referencia la mano izquierda de Weinberger y que llevó al arquitecto local Anthony Marnell a diseñar el trazado, el cual fue construido en tiempo récord: Tres meses.

Un trazado basado en la forma de la mano izquierda de Bill Weinberger.

El trazado se le recuerda por ir contra el sentido de las agujas del reloj, ser 100% plano sin cambios de elevación, sus constantes zonas de frenado que hicieron de que el promedio de velocidad apenas superase los 150 km/h. “No había fluidez era demasiado estrecho para el rendimiento de esos autos. Caesars Palace estaba ahí mismo, no había mucho espacio. Tú puedes imaginar el tipo de trazado Mickey Mouse, como dije, perfecto para un evento de Go Karts” contó Mario Andretti a la página Road and Track

Los pits eran demasiado estrechos, las escapatorias eran de arena con muros de concreto y barreras de neumáticos para contener a los autos en caso de impacto. El improvisado circuito cumplió con lo justo con las normas de seguridad de la FISA para su debut como escenario del final de temporada en 1981.

“Era un maravilloso circuito de Go Kart, los dos años que corrimos hubo mucho uso de la primera marcha, lo cual es una locura. Me vibraban tanto los neumáticos al acelerar que una pieza de la suspensión trasera se rompió y me sacó de la carrera. Los autos tenían mucha potencia y no la podíamos bajar, estábamos patinando los neumáticos traseros a la salida de las curvas”. – Mario Andretti

La reacción de los pilotos fue mixta para algunos pilotos como Gilles Villeneuve la superficie era buena, para otros como Laffite, quien iba a luchar por el campeonato en dicha pista la catalogó en una entrevista para el diario italiano Gazetta dello Sport como una “pista ridícula de Go Karts”. Las palabras no cayeron bien en los organizadores, los cuales anunciaron acciones legales contra el medio, argumentando que las críticas fueron hechas sin siquiera haber visto el trazado.

Meses antes, el afamado periodista británico Nigel Roebuck le preguntó a Chris Pook, uno de los organizadores del GP de Long Beach y asesor de la carrera en Las Vegas sobre cómo iban con la venta de entradas, “Terrible” murmuró el empresario.

El interés por la carrera dentro de la ciudad era casi nulo a diferencia de otros deportes como el Boxeo. Muy pocas casas de apuestas prestaron atención para hacerle seguimiento, crear cuotas y promoverlo para aquellos que quieran probar su suerte con su predicción. Roebuck habló con gente del MGM Hotel, quienes le preguntaron por la construcción a lo que el periodista respondió que era la pista que iba a definir al campeón mundial de Fórmula 1, “Dios mío” dijo el hombre, ‘Ni siquiera me importaría si fuera el campeonato estadounidense…”

“Es como como una cancha de golf en mal estado que sacaron de las montañas y la aplanaron. Qué lugar de mierda para terminar con tu carrera”. – Alan Jones

El fracaso

Foto gentileza de Motorsport Images.

La carrera tuvo dos ediciones, ambos escenarios del final de temporada de F1, Piquet salió campeón, mientras que Alan Jones logró con Williams su última victoria en su primera despedida como piloto a tiempo completo. La otra cara de la moneda era su compañero de equipo Reutemann estaba ahí estoico ante la derrota, hablando lo justo y necesario con bolso en mano para partir al hotel.

Al año siguiente, Keke Rosberg logró su único campeonato del mundo tras vencer a John Watson de McLaren. En tanto que Michelle Alboreto ganó la primera carrera del equipo Tyrrell desde 1978. Pese a haber sido escenario de dos definiciones, El GP era una pérdida de dinero para los organizadores con tan solo 60 millones de dólares en ganancias anuales y menos de un total de 80.000 espectadores presentes en sus dos ediciones.

Menos de 40.000 espectadores por año asistieron al GP en Caesars Palace en sus dos ediciones. Foto gentileza de Motorsport Images.

La primera aventura de la F1 en Las Vegas tuvo solo dos carreras, pero el proyecto llevaba al menos cinco años de existencia y que fueron un suplicio para Weinberger al encontrarse con los problemas burocráticos impuestos por el estado de Nevada a los conflictos internos entre FISA y FOCA que en ese tiempo era el pan de cada día hasta la firma del primer Acuerdo de la Concordia a inicios del 81′.

Los motivos del fracaso se pueden resumir en varios puntos desde la calidad de la pista, la mala recepción, nula popularidad del evento a nivel local y al hecho más importante de todos, según la gente a cargo fue que los visitantes a la carrera no pasaron al casino a apostar, el centro de todo el evento como el Caesars Palace paso sin pena ni gloria para el fanático promedio de F1.

“Pensamos que había un mercado sin explotar en Europa, Asia y Oriente Medio con aficionados a la Fórmula 1. Dijimos mira lo que está pasando en Mónaco. Toda esa gente elegante se pasea por las calles gastando dinero como si fuera agua. Pensamos que probablemente les gustaría venir a jugar al Caesars Palace. No lo hicieron”. dijo Weinberger a Las Vegas Review Journal. “Si se hubieran presentado una docena de grandes apostadores, habría sido un gran éxito. Ese fue el problema de la carrera, desde nuestro punto de vista. La buena noticia fue que la ciudad y el Caesars Palace consiguieron la más maravillosa publicidad mundial para la carrera” agregó.

Para el historiador Randy Cannon, el GP no tuvo el éxito esperado porqué: “Las Vegas no sabía qué hacer con ello”.

A partir de 1983, CART tomó la carrera, transformando el trazado en un óvalo de 1.125 millas, pero la naciente categoría de monoplazas tampoco pudo convertir el evento en un éxito y el automovilismo en Las Vegas desapareció hasta la construcción del óvalo Las Vegas Motor Speedway en 1996.

Este fin de semana, Fórmula 1/Liberty Media tienen una de sus grandes pruebas con el regreso a Las Vegas después de más de 40 años y con The Strip como escenario principal para un trazado de seis kilómetros que pasará por parte de los lugares más icónicos de la ciudad.

Más de 500 millones de dólares han sido invertidos en una apuesta arriesgada para Formula One Management, ya que por primera vez harán de promotores de un GP por lo que asumirán pérdidas económicas como también sus ganancias. Si esto resulta siendo un éxito puede cambiar el paradigma sobre la promoción de las carreras en el mediano plazo para Fórmula 1.

En los 80s, el contrato fue por cinco años, pero solo se corrieron dos carreras. Flash Forward y el contrato es de 10 años, se estiman ganancias de 1.300 millones de dólares, pero su construcción ha causado caos en la ciudad, ganando detractores, controversias por la construcción de la infraestructura, entre otros.

Los precios de entradas, hoteles se han desmoronado en casi un 50%, los paquetes premium para ver la carrera en vez de maravillar han sido un hazmerreir por sus exacerbados precios como también al hecho de que FOM desconoció el hecho que Las Vegas en noviembre iba a estar con bajas temperaturas.

“El Gran Premio de Las Vegas es la primera incursión de la F1 en la promoción de su propio evento, y de sus espectáculos; un promotor más local probablemente habría tomado mejor el pulso a la ciudad y a los posibles asistentes a la carrera. Tal vez habría sido más evidente que la estrategia de alto precio de la F1 no iba a dar sus frutos en forma de tribunas agotadas y estancias en hoteles carísimos”. – Extracto de It Looks Like Formula 1 Placed The Wrong Bet On Las Vegas de Elizabeth Blackstock para Jalopnik.com

Deja un comentario