Un día como hoy hace cinco años atrás Tony Stewart ganaba su tercer campeonato de NASCAR en una emocionante definición en una carrera que estuvo plagada de dificultades. Desde un hoyo en la parrilla del auto que estuvo a nada de destrozar el radiador pasando por interrupciones por lluvia y una desventaja de 3 puntos que con el paso de la vueltas crecía o bajaba dependiendo de lo que hiciera en pista.
Finalmente luego de casi cinco horas de carrera, el oriundo de Indiana ganaba su tercer campeonato y convirtiéndose así en el primero desde Alan Kulwicki en 1992 en ganar un campeonato de NASCAR como piloto y dueño de equipo a la vez. En un equipo creado en 2009 en conjunto a Gene Haas, si el mismo de Haas F1 Team.
En la actualidad Stewart Haas Racing ha sido campeón en dos ocasiones, la más reciente fue en 2014 con Kevin Harvick en un año que fue complicado por Stewart dentro y fuera de pista.
Tony Stewart es uno de esos pilotos que corre en lo que sea y cuando sea. Es uno de los pilotos más competitivos que he visto en mi vida y de una personalidad llamativa junto a su contextura física son las cosas que caracterizan a Tony.
Uno de los pocos pilotos que corre en los días de semana en Sprint Cars estando ya en el circuito mayor de NASCAR, incluso llegando a formar su propio equipo ganando campeonatos en la USAC.
Un piloto que ganó el campeonato de Indy Racing League en su segundo año y que de no haber sido por la separación entre el Indianapolis Motor Speedway y CART es muy probable que estemos celebrando la trayectoria de uno de los mejores pilotos que haya competido en los monoplazas americanos.
La trayectoria de Stewart es una digna de admirar. Ha ganado campeonatos en Sprint Cars, Midgets (autos de tierra), NASCAR e IndyCar y en una época destacada por los auspicios corporativos. Tony ha sido el único piloto en ganar sus tres campeonatos de la categoría mayor de NASCAR bajo el nombre de Winston Cup (2002), Nextel Cup (2005) y Sprint Cup (2011).
Es increíble que con todo lo logrado, Stewart nunca pudo ganar la Indy 500 o la Daytona 500. Las dos carreras más icónicas del automovilismo americano.
Habiendo hecho su primera aparición en Indy en 1996 cuando hacía su transición de Sprint Car a monoplazas y heredó la pole tras la trágica muerte de su compañero de equipo y poleman para esa carrera, Scott Brayton. Para esa carrera fue uno de los autos a vencer pero el motor dijo basta cuando aún no se llegaba al punto medio de carrera. Aun compitiendo en NASCAR la Indy 500 seguía estando en su mira e hizo la “double duty” (correr Indy y la Coca Cola 600 en el mismo día) en dos ocasiones.
La primera vez que hizo la “double duty” fue sin tanta preparación y tuvo que ser atendido una vez terminada la Coca Cola 600 tras haber llegado cuarto habiendo largado desde las últimas posiciones.
En el caso de Daytona, ha sido como una suerte de amor y odio en donde ganó todo lo que se podía ganar en Daytona durante Speedweeks y la semana del 4 de julio, pero la Daytona 500 siempre fue esquiva. En 2004 y 2008 termino segundo y tercero respectivamente, pero fue en 2008, justo en la edición número 50 en la cual estuvo cerca de lograrlo, pero una sprintada final de los Penskes de Kurt Busch y de Ryan Newman (ganador) dejo a “Smoke” sin pan ni pedazo.

Stewart ha tenido años complicados luego de ganar el campeonato en 2011, los cuales han estado plagados de accidentes, lesiones y la trágica muerte de Kevin Ward Jr y previamente en 2013 cuando se fracturó la tibia y peroné durante una carrera de Sprint Cars en Iowa dejándolo fuera por el resto de esa temporada.
No se si Stewart se irá por la puerta grande, chica o incluso mediana dado que su última temporada como piloto a tiempo completo en NASCAR empezó con ocho carreras menos que los demás y perdiéndose su última Daytona 500 debido a un accidente durante la pretemporada que le causó fracturas en una de sus vértebras.
La carrera de Anthony Wayne Stewart ha sido grandiosa, pese a los puntos negros de estos últimos años el legado que dejará en el automovilismo estadounidense es invaluable y el hecho de estar junto a leyendas como AJ Foyt, Mario Andretti, Rick Mears, Richard Petty, Dale Earnhardt Sr hace que sea imborrable y digno de estar en el salón de la fama de NASCAR de aquí a los próximos cinco años y por eso desde esta tribuna digo gracias Tony por todos estos años y momentos detrás del volante y que ojala verte competir en Le Mans pronto.