Hoy se cumplen 19 años de la muerte de Dale Earnhardt Sr, la cual ocurrió en los metros finales de la Daytona 500 del 2001. La trágica muerte del siete campeón de NASCAR durante la carrera más popular de la categoría llevó a que el ente rector de autos stock reaccionara por primera vez de forma seria tras varios accidentes fatales ocurridos en los meses previos.
Antes de que Earnhardt muriera, otros tres pilotos fallecieron en menos de un año todos ellos perdieron su vida compitiendo en las tres categorías nacionales de NASCAR; CUP, Xfinity y Trucks. En ese entonces, el manejo de la situaciones hecho por Mike Helton fue uno de los aspectos más criticados por parte de la prensa y pilotos. Según el bigotón, la categoría “no iba a reaccionar porque si”. Al final lo hicieron, pero a la mala.
En 19 años muchas cosas han pasado dentro de NASCAR en cuanto a seguridad como fue la implementación del HANS Device, el desarrollo en la seguridad dentro de la cabina y el más importante de todos como fue el desarrollo del nuevo auto que llevó al Car of Tomorrow.
2020 y el auto del mañana evolucionó al auto de sexta generación, el más seguro en la historia de NASCAR. Sin embargo, eso no signfica que sea infalible, como todo en la vida siempre hay un punto débil que aparece en los peores momentos como ocurrió en el accidente de anoche.
La gravedad del accidente va por el hecho de que el auto de Corey LaJoie lo impactó a toda velocidad justo por el lado del piloto. Precisamente, el área donde está ubicado el A-Post y el B-Post, los cuales hacen de pilar de soporte dentro de la carrocería del auto.
NASCAR anunció que los autos de Newman y LaJoie han sido llevados al Centro de Investigación y Desarrollo de la categoría Charlotte para realizar un análisis más detallado del accidente y del impacto que hubo en ambos autos.
El auto de la séptima generación está en pleno desarrollo y con sus primeros kilómetros ya hechos en diferentes pistas a lo largo de los Estados Unidos, pero con los recientes acontecimientos podríamos ver algún tipo de cambios dentro de la estructura de la jaula de los autos a partir del 2021, año en el cual el nuevo auto entrará en escena.
Otro punto comentado ha sido el tipo de competición que hay en las pistas SuperSpeedway como son Daytona y Talladega donde la restricción en la potencia lleva a que los autos estén muy cerca, formando pelotones o múltiples líneas de autos que pueden terminar provocando accidentes múltiples como se pudo ver ayer.
En NASCAR hay un dicho que dice “Checkers or Wreckers” que se podría traducir en bandera a cuadros o terminas siendo remolcado por la grúa porque terminaste chocando. La naturaleza de este tipo de competición en estas pistas que junto al contexto de que era la Daytona 500 hace que los pilotos hagan movimientos atrevidos para ganar la carrera.
Newman bloqueó a Blaney en los metros finales, lo que llevó a que el piloto del auto #12 no cediera terreno, manteniéndose en la línea interna, mientras que el auto #6 perdió el control para golpear en un principio la barrera SAFER.

Es difícil poder hacer una reevaluación sobre lo que es correr en pistas SuperSpeedway porque para eso habría que buscar una solución para que los autos puedan correr sin restricciones en potencia y así evitar que los autos sean inestables o sean propensos a que los neumáticos exploten de forma violenta debido a los niveles de downforce que tiene los autos. No hay una solución ideal porque no existe hasta el momento.
La NASCAR CUP Series sigue su curso tras toda la parafernalia de SpeedWeeks y la Daytona 500 que se terminó corriendo el día lunes, causando un serio dolor de cabeza para la logística de los equipos porque ahora se viene la gira por la costa este, o sea el otro lado del país.
Ya para finalizar, queda mandar los mejores deseos de recuperación a Ryan Newman y a estar expectantes sobre las decisiones que tome NASCAR a futuro en cuanto a la seguridad de los autos, en especial con la séptima generación tan encima de su debut para el próximo año.
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