Corrió una sola carrera, necesitó menos de diez vueltas para ganar una carrera de exhibición de forma dominante y que antes del día siguiente fue prohibido por NASCAR. Un auto recordado por su maestría técnica para su construcción y por haber estirado al máximo la legalidad de un reglamento.
Jeff Gordon ganó The Winston de 1997 con un auto que tenía una decoración memorable y que fue hecho como respuesta a una pregunta simple durante una ordinaria conversación que los llevó a estirar al máximo la legalidad del reglamento, pero a la vez no tenían un límite claro. Esta es la historia del recordado T-Rex.
Los orígenes
NASCAR tiene uno de los reglamentos más estrictos del automovilismo mundial, a diferencia de otras categorías como Fórmula 1, su reglamento no está disponible para el público, estando solo en manos de los equipos, algunos periodistas y el ente rector para hacer algún cambio cuando lo estime conveniente.
En los inicios de NASCAR, gente como Junior Johnson y Smokey Yunick solían llevar al límite el breve reglamento de la categoría de autos stock, descubriendo una serie de áreas grises libre de interpretación que los llevaron a traer todo tipo de autos a pista, dándole a la familia France varios dolores de cabeza.
Flash Forward a la recta final de la década de los 90s y NASCAR estaba viviendo su gran auge de popularidad a nivel nacional con Dale Earnhardt Sr, Dale Jarrett, Bill Elliott, Bobby Labonte, Terry Labonte, Rusty Wallace y el poster boy de la generación como era Jeff Gordon.
Oriundo de California, Gordon pudo haber sido piloto de IndyCar, pero la falta de recursos económicos lo llevaron a enfilar el rumbo hacía el sur para pasar de los monoplazas a los Stock Car, debutando en la última carrera de la temporada 1992 de la serie mayor, tres años después logró su primer campeonato de la Winston Cup.
Embed from Getty ImagesCon Ray Evernham como Crew Chief, el equipo #24 o también conocidos como “Los Guerreros del Arcoíris” por la variedad de colores que llevaban en su prendas y en el auto como tal. Evernham era un piloto que hizo su carrera en las pistas cortas de New Jersey, pero fue en NASCAR donde cimentó su legado como uno de los mejores jefes de equipos en la historia de NASCAR.
Embed from Getty ImagesPráctica y análisis eran dos de los elementos claves dentro de su metodología de trabajo, viendo reflejado en las paradas en pits. Antiguamente los integrantes del equipo solían hacer las paradas con el chofer del camión a cargo del combustible, el encargado del motor cambiaba neumáticos, pero con Evernham se predominó el uso de ex atletas como ex jugadores de fútbol americano, los cuales eran sometidos a un exigente entrenamiento físico como forma de preparación.
La revisión de los videos de las paradas se volvieron una recurrencia para hacer un análisis de retroalimentación y buscar oportunidades de mejora. El equipo tenía un lugar exclusivo dentro de las instalaciones del Hendrick Motorsports para realizar la practica de paradas en pits. La metodología “Bielsista” de Evernham rindió sus frutos de forma inmediata, al reducir el tiempo en los pits de 25 segundos a solo 18 segundos con esto Gordon volvía a pista más adelante y siendo un factor clave al momento de definir una carrera.
Embed from Getty ImagesLlegando a enero de 1996, Rex Stump fue nombrado encargado del área de Investigación y Desarrollo de Hendrick Motorsports. Parte del acuerdo para que él fuera el encargado tenía a Rick Hendrick; fundador y dueño del equipo no interviniendo en el proceso y toma de decisiones dentro del área de I y D, por lo que Stump tenía libertad total de hacer lo que quisiera con los autos, solamente tenía procurar de que cumplieran con el reglamento de NASCAR.
En medio del invierno estadounidense junto a Evernham dieron inicio a la creación del chasis #2429 con el objetivo de que Gordon lo corriera para The Winston; la carrera de las estrella de la serie mayor de NASCAR que tomaría lugar en el mes de mayo en Charlotte.
“Si tuvieras una hoja en blanco, ¿Qué harías diferente al construir un auto de carreras?” fue la pregunta que hizo Stump a diferentes integrantes del equipo, recopilando al menos 60 ideas para tener un patrón a seguir en la creación del nuevo chasis, con el reglamento en mano vieron todas las áreas grises que podían explotar a favor del equipo.
“Decidimos tomar cada componente del auto de carreras para ver como cumplía con las reglas y ver si podrían ser rediseñados y fabricados”. – James Garde, mecánico del equipo #24 hablando para The Bleacher Report
El “área gris” son partes del reglamento que no están del todo claras, quedando libre de interpretación, en el automovilismo es una práctica habitual de buscar esos “vacíos” para crear innovaciones. En Fórmula 1 hay varios ejemplos como el recordado “F Duct”. Mientras que en NASCAR, la búsqueda de “áreas grises” es una práctica recurrente que hasta el día de hoy sigue vigente a pesar del estricto control por parte del ente rector.

Rex Stump. Foto gentileza de AutoWeek.
Durante la pretemporada el equipo progresó en la construcción del chasis #2429, sin hacer su debut en pista, el chasis era un tema de conversación candente dentro del equipo. Más adelante, Rick Hendrick vio el productor terminado, “No hay forma en la que puedan correr ese auto” le dijo a la gente de Investigación y Desarrollo, no por una cuestión de costos o algo similar, sino por el hecho de que tan pronto el auto se sometiera a la inspección técnica de NASCAR iban a tener serios problemas, aún así en un acto de buena fé, él notificó al ente rector sobre su construcción.
“Miramos el reglamento y el auto, y les dijimos que no estaba fuera de los parámetros del reglamento, pero les advertimos, ‘Recuerden, nosotros controlamos las reglas. Podemos escribir más”. – Gary Nelson, director de la serie mayor de NASCAR (1991 – 2001)
The Winston
Una sesión de pruebas en Charlotte fue el escenario ideal para ver el verdadero potencial del #2429, el primer stint fue medio segundo más lento en comparación al mejor tiempo que estaba en ese momento. Esto llevó a que Evernham hiciera varios cambios en el auto, aumentando su peso cruzado e instalando la barra estabilizadora más grande de todas. Recordando esa prueba en el podcast de Dale Earnhardt Jr, el jefe de equipo del #24 le dijo a Gordon que tenía ser cuidadoso por una o dos vueltas porqué no sabían como iba a reaccionar el auto. Acto seguido sale a pista y es un segundo más rápido.
¿Qué tenía el auto? han pasado más de 20 años y no existen detalles precisos sobre su construcción o el armado de la suspensión del chasis. Tampoco Evernham, Stump, Garde, Gordon o Hendrick han revelado más información sobre ese chasis que estaba la filo del reglamento. No obstante, se sabe de que manipularon la altura del auto para obtener un mayor beneficio aerodinámico.
“El auto estaba hecho para ‘aterrizar’ en medio de las curvas para tener todos los beneficios aerodinámicos, teniéndolo lo más bajo posible en el frente y manteniendo la parte trasera por lo alto”. – Jack Stump hablando con The Bleacher Report en 2008
La aerodinámica por debajo del auto era un área no explotada del todo dentro de NASCAR hasta ese punto, lo hecho por el equipo #24 al tener un frente más alto fue de poder generar una presión negativa al pasar por ciruva, ganando tracción y teniendo una mejor salida en las curvas. Emulando en cierto grado el efecto suelo, pero poner faldones por debajo del chasis.
El equipo #24 llegó a Charlotte para participar de la carrera de las estrellas para la ocasión el auto corrió con una decoración especial para promocionar la segunda película de Jurassic Park (El Mundo Perdido), un vivo color rojo y un Tiranosaurio Rex en el capo caracterizando al #2429 en su debut.
Desde el primer momento que el auto entró al garage en Charlotte que levantó miradas, no solo por su decoración, sino que también por la notoria altura que llevaba el frente, aún así aprobó la inspección técnica de NASCAR antes del inicio de las actividades.
La clasificación para The Winston era un procedimiento distinto a lo usual al tener una clasificación de tres vueltas rápidas y una parada en pits de por medio. Gordon cometió el error de entrar con demasiada velocidad a pits, pasándose de su cajón de pits, perdiendo tiempo y quedando relegado a la posición 19.
En el primer segmento de 30 vueltas Gordon remontó hasta la tercera posición. Para el segundo segmento de 30 vueltas, las posiciones fueron invertidas y bajó a la posición 16, terminando en la cuarta posición para el último segmento de 10 vueltas, el momento de la verdad para el equipo #24 había llegado.
Gordon, Ricky Craven, Bobby Labonte y Terry Labonte eran los cuatro primeros para el sprint final de diez vueltas. Necesitando menos de una vuelta, Gordon superó a Craven y Bobby Labonte para ubicarse segundo. Quedaba un solo auto, el de su compañero de equipo y el hermano mayor de Bobby; Terry.
Vuelta 2 de 10 y Gordon buscó superarlo en la recta opuesta, poniéndose lado a lado, pero no le alcanzó, llegando a la curva tres y manteniendo la misma línea de carrera que en su primer intento logra superarlo para tomar el liderato, alejándose de forma inmediata para ganar la carrera y llevarse más de $ 200.000 dólares en premios.
Imágenes gentileza de NASCAR.
El fin
Evernham sabía que tarde o temprano el auto iba a traerle problemas, por más que NASCAR supiera de su construcción desde los inicios, pero con los múltiples reclamos por parte de otros dueños de equipo lo llevaron a aceptar de que el fin estaba cerca cuando Bill France Jr lo llamó a una reunión dentro de su hauler.
“Debes tomar ese teléfono y decirle a tu jefe que ese auto es ilegal, ‘¿Qué? no, pero si pasamos la inspección’. No, el auto es ilegal. ‘Nosotros construimos el auto de acuerdo a las reglas, es 100% legal según el reglamento’. no lo será mañana”. – Ray Evernham
NASCAR tomó el auto y realizó una revisión exhaustiva del chasis, acto seguido hicieron media docena de cambios en el reglamento para la siguiente carrera que fue la Coca Cola 600. Aunque Gordon lideró solo nueve vueltas, lo hecho en pista esa noche fue lo suficiente para generar un impacto que hasta el día de hoy sigue vigente.
No obstante, todos se han hecho la misma pregunta, si NASCAR sabía de la existencia del auto, ¿Por qué lo dejaron correr?
“Cada detalle de ese auto había sido optimizado, pero nada de eso estaba fuera de las reglas. Así que dijimos, ‘dejémosle correr y pongámonos a trabajar con nuestro reglamento. Como cuidadores del deporte, la responsabilidad de NASCAR es evitar de que los dueños de equipos tengan que perseguir cosas así. No queremos que tengan que tirar todo lo que tienen porque no lograrnos reconocer algo lo más pronto posible”. – Gary Nelson, director de la serie mayor de NASCAR (1991 – 2001)
Muchos creen de que si ese mismo auto hubiera corrido la semana siguiente en la Coca Cola 600, el dominio el pista hubiera sido apabullante, aunque la clave para eso estaba en que tan adelante se podría clasificar para beneficiarse del aire limpio.
El #2429 hizo una última aparición ese mismo año para la Brickyard 400 y ya con todos los cambios mandados por NASCAR, Gordon terminó cuarto y logró su segundo campeonato de la serie mayor a final de temporada. Actualmente T-Rex está en exposición en el museo del equipo Hendrick en Carolina del Norte.
NASCAR sigue siendo restrictiva con su reglamento, sigue estando disponible para pocos y la explotación del “área gris” sigue estando ahí, pero no es algo que se pueda ver con frecuencia como antes porque las reglas se han escrito en el camino y gracias a la viveza de otros.
