En los últimos años, la Copa NASCAR ha experimentado transformaciones significativas. Entre ellas se destaca el lanzamiento del auto Next Gen, que ha despertado el interés de Honda por unirse a la serie. Además, se ha llevado a cabo una reconfiguración del calendario, otorgando mayor protagonismo a circuitos y óvalos cortos. Eventos como el retorno de North Wilkesboro, carreras en el callejero de Chicago y en el Coliseo de Los Ángeles han sido rupturistas. También, el documental «Full Speed» ha contribuido a ampliar el alcance global de la NASCAR. Sin embargo, a mayo de 2024, persiste una especie de guerra fría entre la NASCAR y la RTA debido a la disputa sobre la renovación de los chárters. Esta situación añade tensión al panorama actual, sobre todo considerando que el sistema actual de chárters tiene fecha de caducidad a fines de 2024.
NASCAR implementó el sistema de franquicias conocido como chárteres en 2016 como una medida para brindar estabilidad financiera a los equipos que compiten en la Copa NASCAR. Esta iniciativa, concebida por el grupo Race Team Alliance (RTA), asegura a los equipos un lugar en la parrilla de salida para cada carrera, lo cual es fundamental para la planificación y la atracción de patrocinadores. Los chárteres también desempeñan un papel crucial en la distribución de los ingresos generados por la bolsa de premios y los derechos de televisión. Los equipos con chárter reciben una porción más grande de estos ingresos en comparación con los equipos sin chárter, con los equipos líderes llegando a ganar entre 8 y 10 millones de dólares anuales.
Actualmente, están en curso negociaciones para renovar el sistema de chárteres entre NASCAR y el Comité de Negociación de Equipos, el cual incluye representantes destacados como Jeff Gordon (Hendrick) y Denny Hamlin (23XI). Los equipos buscan una distribución más equitativa de los ingresos de NASCAR, especialmente aquellos provenientes de los derechos televisivos. De hecho, Jeff Gordon, vicepresidente de Hendrick Motorsports, comentó en una entrevista en el podcast «Dale Jr. Download» que el quid de la cuestión es el modelo de negocios de la NASCAR.
«Estas discusiones no se tratan solo de dividir ingresos, ¿verdad? Se trata de cómo miramos el modelo de negocio de un equipo de carreras y construimos valor empresarial, siendo más colaborativos con NASCAR y generando ideas que hagan crecer el deporte y atraigan a nuevos fanáticos. Todavía dependemos mucho de los ingresos de los patrocinadores, ¿sabes? Y creo que por eso las cosas no han avanzado. Probablemente haya tres o cuatro cosas clave importantes sobre las que los equipos han estado hablando constantemente con NASCAR. Creemos que estas cosas no solo ayudarán a que los equipos sean rentables, ¿sabes?, no creo que Hendrick Motorsports haya obtenido beneficios en 10 años. Sí, y luego preguntas, «¿Por qué lo haces?» Bueno, es porque a Rick Hendrick le encanta el deporte, le encantan los autos, y ha sido una buena estrategia de marca. Pero si no tuviéramos todas las conexiones B2B, estaríamos en problemas. Somos uno de los pocos equipos muy afortunados de tener las conexiones B2B para vincular Hendrick Automotive Group y Hendrick Motorsports y atraer a estos patrocinadores.
Tenemos que mirar y pensar en todos los equipos; no se trata solo de Hendrick, no son solo los equipos grandes. Es cada equipo y lo que está pasando. Hay muchos equipos luchando, así que sabes que NASCAR está al tanto. Hemos compartido todos los detalles que posiblemente podamos, y han escuchado. También tienen que dirigir el deporte, y tienen ciertos criterios que cumplir. Así que, sabes, ha habido un buen diálogo; simplemente ha sido frustrante que no hayamos podido avanzar en las cosas, por eso estamos donde estamos. Veremos a dónde nos lleva eso en el futuro». -Jeff Gordon
NASCAR logró cerrar un acuerdo televisivo en noviembre pasado por más de 7.000 millones de dólares por los siguientes siete años a partir de 2025, lo que representa un incremento del 40% anual respecto al contrato original. Estas negociaciones por el sistema de chárters han sido tema de especulación y preocupación durante las temporadas 2023 y 2024, generando una creciente tensión. Se ha informado que los equipos podrían llevar a cabo acciones en pista para expresar su descontento con el estado de las negociaciones.
Existe una disparidad entre las declaraciones optimistas de funcionarios de NASCAR como Steve Phelps y Steve O’Donnell, y las preocupaciones expresadas por fuentes anónimas, lo que sugiere que aún persisten diferencias significativas entre las partes por resolver. Durante los Speedweeks de 2024, NASCAR afirmó que estaban cerca de llegar a un acuerdo sobre los chárteres, algo que mencionó Steve Phelps en una entrevista con Chris Myers para Fox Sports. Sin embargo, las versiones de los equipos difieren, ya que han contratado a un abogado especializado en temas de competencia para avanzar en las negociaciones.
Este abogado es Jeffrey L. Kessler, de la firma Winston and Strawn LLP. Ha estado involucrado en casos legales deportivos a lo largo de los años. Entre sus notables participaciones, Kessler representó a Tom Brady en el Deflategate de la NFL, donde se acusó a Brady de desinflar balones deliberadamente en la victoria de su equipo, los New England Patriots sobre los Indianapolis Colts, en un partido en el que se disputaba el Campeonato de la AFC de 2014.
Embed from Getty ImagesKessler logró sólo una suspensión de cuatro juegos para Brady y multó al equipo con $1 millón, además de perder dos selecciones en el draft de 2016. Kessler también representó a Shawne Alston cuando desafió las restricciones de la NCAA sobre las compensaciones educativas. En 2021, la Corte Suprema finalmente respaldó su posición al encontrar que la NCAA estaba violando los principios antimonopolio. Esto logró que la NCAA ahora deba permitir que los atletas reciban no solo becas, sino también otros beneficios educativos, como computadoras, equipos científicos, instrumentos musicales y otros artículos relacionados a estudios académicos. Con estos antecedentes de Kessler, estamos hablando de un abogado que tiene experiencia en situaciones legales complicadas.
Desde el año pasado, NASCAR ha intentado renovar los contratos de los chárteres con la RTA, los cuales vencen a finales de este año. Sin embargo, una serie de problemas y desacuerdos han obstaculizado este proceso. Inicialmente, NASCAR retrasó las negociaciones para cerrar primero los acuerdos televisivos, lo que frustró a los equipos y los llevó a no asistir a las reuniones de renovación de las franquicias para los siguientes cinco años. La oferta de NASCAR es un sistema de chárters por 7 años, pero los equipos no quieren ese acuerdo.
Recientemente, en abril, el tema de los chárteres volvió a cobrar relevancia cuando en el podcast de «The Teardown», el periodista Jordan Bianchi comentó que había reticencia de Speedway Motorsports Inc. (SMI) a ceder más dinero a los equipos.
«Varias personas con las que he hablado sobre esto expresan una frustración con Speedway Motorsports, tal vez porque no están dispuestos a ceder lo suficiente. Debido a que no están dispuestos a retroceder y dar más a los equipos, lo que los equipos quieren, esto está frenando las negociaciones. Ahora, este no es el obstáculo. Esto no es como decir, ‘oh, si pueden superar este obstáculo, este acuerdo se hará’, pero ciertamente es un obstáculo. Existe la creencia de que Speedway Motorsports no está dispuesto a aceptar una participación mayor de la que desean, y debido a eso, esto está frenando las cosas hasta cierto punto.» -Jordan Bianchi
Un informe de The Athletic destaca que los equipos de NASCAR tienen cuatro demandas principales: Un aumento en los ingresos, la permanencia del modelo de chárteres, participación en las decisiones de NASCAR para evitar aumentos inesperados en los costos y compartir las ganancias de nuevas oportunidades comerciales. Sin embargo, Jim France, CEO de NASCAR, se muestra reticente a considerar la idea de hacer los chárteres permanentes, lo que ha generado conflicto en las negociaciones. Además, los equipos no están completamente alineados en esta negociación, lo que lleva a NASCAR a adoptar una estrategia de negociación individual con cada equipo, lo que fragmenta aún más su coalición.
Curtis Polk, de 23XI Racing, sugiere que, si no se llega a un acuerdo sobre los chárteres para 2025, es posible que algunos equipos decidan no participar en todas las carreras, especialmente aquellas que no sean económicamente beneficiosas para ellos.
Mientras que Kessler, el abogado especializado en temas de competencia contratado por los equipos también mencionó que una opción sería que los equipos formen su propia serie de carreras con los mejores pilotos y propietarios. Si NASCAR intentara impedir su acceso a los circuitos de carreras, según Kessler, «se expondrían a violaciones antimonopolio».
Al momento de redactar este artículo, aún restan varios meses para alcanzar un acuerdo, sin embargo, NASCAR enfrenta dificultades para encontrar una solución. No es un tema que esté bajo control, con equipos que no están dispuestos a ceder en sus pretensiones y que amenazan con tomar decisiones drásticas que podrían alterar el ambiente en NASCAR. Las partes tendrán que ceder en esta negociación.