“Estaba acostado con tubos por doquier, así supe que estaba en un hospital. La primera persona que ví fue a Lisa Dennis, la entonces esposa de Ron. Una figura alta con cabello rubio al lado de mi cama y una gran sonrisa, yo pensé ‘oh, ella debe ser un ángel’. Después ví a Ron al lado de ella y pensé ‘aún no estoy en el cielo”. – Mika Hakkinen recordando el momento que despertó en el hospital tras su accidente en Adelaide.
En lo que fue la última carrera de la temporada 1995 y que además fue el último gran premio de Australia que se disputó en las calles de Adelaida para pasar a ser un evento exclusivo de Melbourne desde 1996 en adelante.
A bordo de su McLaren MP4/10, Mika Hakkinen estaba en su vuelta rápida de clasificación cuando un pinchazo en un neumático trasero antes de llegar al curvón de la curva ocho lo mandó de costado a la barrera de neumáticos, con una velocidad de impacto de casi 200 km/h.
Previo al accidente, Gerhard Berger, uno de los pilotos a cargo de la reformada Grand Prix Drivers Association, le habría comunicado a los oficiales de pistas que la barrera de neumáticos de esa zona de la pista no era lo suficientemente segura para el tipo de impacto que se esperaba amortiguar.

El lado izquierdo de su auto absorbió poco del gran impacto, mientras su cabeza golpeó el volante con tanta fuerza que lo terminó rompiendo y con los botones del volante marcados en la visera de su casco. Su cuello y cabeza se sacudieron violentamente de un lado al otro en la zona de la cabina, la cual había sido reforzada como consecuencia de la tragedia en Imola del año anterior.
Hakkinen sufrió una fractura de cráneo, contusiones, hemorragia interna y de milagro se salvó de que una de sus piernas fuese perforada por una de las barras de suspensión.
“Recuerdo estar sentado en el auto y tratar de mover mis manos, pero no pude. Trate otra vez y de esa forma supe que lo que había ocurrido era malo”. – Mika Hakkinen hablando para la revista Motorsport Magazine
Por esas cosas de la vida, Hakkinen justo chocó en una parte del circuito en donde el equipo médico del circuito estaba ubicado. En solo segundos, Jerome Cockings; especialista en cuidados intensivos y Stephen Lewis; neurocirujano, atendieron a Hakkinen, quien estaba inconsciente y sangrando profusamente por la boca.
El fuerte impacto dejó a Hakkinen sin flujo de oxígeno por lo que necesitó de una traqueotomía de emergencia, la cual fue realizada por el Dr. Cockings y que le terminó salvando la vida. Para más fortuna el hospital estaba a solo metros del circuito.
El piloto finlandés pasó casi un mes hospitalizado en Australia, durante ese periodo de tiempo tuvo operaciones, exámenes y un arduo trabajo de rehabilitación debido al daño que sufrieron los nervios de su rostro, que afectaron el movimiento de sus párpados y boca.
“Finalmente pude salir a caminar al jardín, cargar mis botellas y con mi cabeza afeitada como un maldito hooligan. Traté de mirar las cosas; el clima, los árboles, los pájaros, pero solo podía pensar en cuando me iba a tocar la siguiente dosis de analgesicos”. – Mika Hakkinen hablando sobre su proceso de rehabilitación para la revista Motorsport Magazine.
Mika volvió a Londres para ser tratado por el entonces médico oficial de la Fórmula 1; el Dr. Sid Watkins. En las semanas siguientes a su retorno a Europa, Hakkinen se sometió a más operaciones, en especial en la zona del oído con el objetivo de estar lo más en forma posible para su regreso a las pistas.
“El proceso de recuperación fue difícil, tuve que trabajar arduamente para volver a estar en forma fisica y psicologica. Pronto volví a trotar, aunque tenía fuertes jaquecas, pero sabía que estaba poniéndome mucho mejor”. – Mika Hakkinen
Como forma de agradecimiento por la atención recibida al momento del accidente, Hakkinen donó una cifra considerable de dinero para la construcción de un helipuerto en el Royal Adelaide Hospital, el cual fue inaugurado en marzo de 1997.
En febrero de 1996, Hakkinen hizo su regreso a las pistas durante un día de pruebas en Paul Ricard. Haciendo un total de 63 vueltas y terminan medio segundo más veloz que Michael Schumacher, el nuevo piloto de Ferrari.
En el comunicado de prensa de McLaren describió el regreso de su piloto como “una notable recuperación y esta es solo una prueba para ver cómo él se siente al manejar”. A la semana siguiente estaba en Estoril probando el MP4/11, auto con el cual McLaren iba correr la nueva temporada.
En su segunda vez al volante tras el accidente, Hakkinen hizo el tercer tiempo más rápido de la jornada, al día siguiente estaba en primer lugar.
Pruebas de pretemporada en Estoril – 21 de febrero de 1996
- Rubens Barrichello (Jordan Peugeot) 1:19.937
- Gerhard Berger (Benetton Renault) 1:20.550
- Mika Hakkinen (McLaren Mercedes) 1:20.879
Pruebas de pretemporada en Estoril – 22 de febrero de 1996
- Mika Hakkinen (McLaren Mercedes) 1:19.652
- Jean Alesi (Benetton Renault) 1:20.268
- Michael Schumacher (Ferrari) 1:21.088
“Cuando llegué todo era muy amistoso, pero ví como los mecánicos me observaban. Trate de mantenerme tranquilo, como el Mika normal, pero sabía lo que estaban pensando: ‘No podrá hacerlo, volverá a casa’. Me dije a mi mismo que les iba a mostrar que estaba de vuelta para ganar. Cuando me subí al auto me sentí como si estuviera en casa […] Al terminar la prueba le dije a los mecánicos: “Todo está bien, guarden el auto y lo llevan de regreso a Inglaterra, los vere en Melbourne”. – Mika Hakkinen
“El año de regreso” para Hakkinen contó con cuatro podios en Alemania, Bélgica, Italia y Japón. Sumando un total de 31 puntos para terminar quinto en el campeonato de pilotos.
“El accidente me hizo apreciar más la vida, a tomarme las cosas con más calma. Antes del accidente siempre iba a fondo, sin saber “caminar”. Esto me enseñó a “aprender a caminar” primero y luego correr. Después de eso estaba más relajado”. – Mika Hakkinen y las reflexiones que le dejó el accidente.
Al año siguiente ganó su primer GP, en lo que fue su carrera número 99 en la Fórmula 1. Fue en Jerez, la última fecha de la temporada 97, en donde Jacques Villeneuve y Michael Schumacher definieron el título que fue a las manos del canadiense.
Entre los años 1998 y 1998 ganó sus dos campeonatos mundiales de Fórmula 1 tras vencer a los dos pilotos de Ferrari; Michael Schumacher y Eddie Irvine, sucesivamente.
“Hay algo dentro de tu cabeza que te dice: ‘he estado en este deporte durante toda mi vida, estoy aquí para ganar’. Sigamos hasta que suceda”. – Mika Hakkinen
En 2001, Hakkinen tuvo otro fortísimo accidente en tierras australianas, el cual le trajo recuerdos de lo ocurrido en 1995 y fue el detonante de su retiro. Según él, lo que le ocurrió en Albert Park afectó su rendimiento durante ese año. A pesar de ser un año complicado, ganó dos carreras; Silverstone e Indianápolis.
Con 33 años, Hakkinen anunció oficialmente su retiro de la Fórmula 1 a mediados del 2002, en lo que en un principio era su año sabático tras 10 años en el deporte.
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