El Hawaiian Super Prix y otra carrera de CART que nunca ocurrió

Si uno busca en Internet el Hawaiian Super Prix, no vas a poder encontrar vídeos o fotos de dicho evento porque es una carrera que nunca pasó. A lo más podrás encontrar algo de publicidad o souvenirs como gorras, poleras y pines que están a la venta por Ebay.

Los inicios

Richard Rutherford siempre quiso una carrera de autos en Hawaii, a inicios de la década de los 90s trató de realizar una carrera de exhibición alrededor del Aloha Stadium donde pilotos como Michael Schumacher, Riccardo Patrese, Bill Elliott, Mario y Michael Andretti, Juan Manuel Fangio II, Al Unser Jr, y Martin Brundle iban a competir a bordo de varios Shelby Can Am, pero la falta de capital económico para su realización pusieron fin a la idea.

No obstante, el ex promotor de la American Racing Series (actualmente conocida como Indy Lights) de finales de la década de los 80s, no se rindió y siguió insistiendo con la idea de poder tener una carrera de autos en Hawaii, la primera desde la década de los 50s.

A finales de 1998, Rutherford hizo otro intento de revivir su proyecto, esta vez con la serie CART, en lo que sería una carrera de exhibición y que tendría un premio millonario de 10.000.000 de dólares.

Entre los años 1987 y 1992 CART tuvo una carrera de exhibición para cerrar la temporada en Laguna Seca bajo el nombre de Marlboro Challenge donde los pilotos ganadores de la temporada competían por 250.000 dólares. Si un piloto era capaz de ganar las tres carreras auspiciada por la tabacalera Phillips Morris en Meadowlands, Michigan y el Challenge se llevaba 1.000.000 de dólares de bonus.

La última década del siglo XX estaba llegando a su fin y para CART fue de dulce y agraz con todo tipo de momentos que forjaron lo que sería el futuro de la categoría. Desde tener a Nigel Mansellcompitiendo mientras era campeón del mundo de Fórmula 1, a la guerra civil con el IMS que los llevó a perder la Indy 500.

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Sin la Indy 500, CART respondió con la U.S 500, una carrera en el óvalo de Michigan que tomó lugar el mismo día que las 500 millas de Indianápolis de la naciente Indy Racing League.

La respuesta por parte de CART a Tony George terminó en vergüenza cuando un choque múltiple a sólo segundos de la bandera verde arruinó todo el momentum que llevaba la nueva carrera de 500 millas.

Con el pasar de los años la U.S 500 perdió prestigio, pasando a ser otra carrera mas dentro del calendario de CART y Rutherford vio la chance de reemplazar ese vacío con su Hawaiian Super Prix.

El promotor viajó a las oficinas de CART en Indianápolis para proponerle la idea al entonces CEO Andrew Craig. El australiano había sido contratado en 1993 con el fin de expandir la popularidad a nivel mundial de la categoría, por lo que una carrera en Hawaii no era una mala propuesta, pero Craig no estaba del todo convencido.

“Presentó esta idea y pensé que no estaba del todo articulada. Hablé con él sobre la idea por 20 minutos y le dije de que no estábamos interesados, a lo que respondió ¿que tal una carrera en Nassau? a lo que respondí ‘este muchacho está loco’ y ese fue el fin de la conversación”. – Andrew Craig hablando para Motorsport Tribune sobre la primera propuesta

La primera reunión con CART no tuvo un buen inicio, pero eso no detuvo a Rutherford de seguir insistiendo con su idea, por lo que fue a presentarsela a los equipos de la categoría aprovechando su sistema organizativo compuesto por una mesa directiva donde cada equipo era miembro y con derecho a voto por lo que la idea de la carrera en Hawaii podía ganar tracción si se lograba convencer a algunos de los miembros.

Rutherford logró apoyo por parte de los equipos, incluyendo a Carl Haas; uno de los cofundadores del Newman Haas Racing para ser inversionista de la carrera, logrando reunir millones de dólares para poder cimentar lo que sería el Hawaiian Super Prix. Aún así, Craig seguía no estando convencido y con muchas reservas sobre la propuesta.

En febrero de 1999 se presentó en sociedad el Hawaiian Super Prix con la presencia de Craig, Rutherford y el gobernador de Hawaii.

El circuito estaría ubicado en el Aeropuerto de Kalaeloa, con un trazado de 1.98 km, en lo que sería la versión tropical del Gran Premio de Cleveland, el cual se disputaba en el Burke Lakefront Airport.

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Foto gentileza de Speed Center.

La grilla para la carrera estaría compuesta por los 12 primeros del campeonato 1999 de CART más cuatro Wild Cards para pilotos invitados. Los nombres que sonaron con mucha fuerza para participar en el Super Prix fueron de dos ex campeones de la categoría: Jacques Villeneuve y Alex Zanardi, los cuales estaban compitiendo en Fórmula 1 en ese entonces.

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En el caso de Zanardi, tenía el deseo de volverse a reunir con su antiguo equipo Chip Ganassi Racing. Sin embargo, CART bloqueo la llegada de pilotos provenientes de otros campeonatos con el fin de proteger a los suyos, monopolizando la grilla con piloto de la categoría.

El Super Prix consistiría de dos carreras de 60 minutos, con un intervalo de 60 minutos para espectáculos en vivo con música en vivo, concursos y mucho más.

Al ser una carrera no válida por el campeonato, los pilotos sumarían puntos por hacer la vuelta más rápida de la carrera, por sobrepasos hechos en pista y por la posición de largada.

Para la segunda carrera, la grilla sería invertida tomando como base los resultados de la primera carrera. El piloto que sumase la mayor cantidad de puntos se haría dueño del premio de 5.000.000 de dólares. Mientras el resto de los pilotos se dividiría los 5.000.000 de dólares restantes.

“La oportunidad de competir por esta cantidad de dinero en una pista que está a 60 metros del Océano Pacífico con las montañas Diamond Head en horizonte traerán un nivel de competición y emoción nunca antes visto”. – Richard Rutherford, fundador del Hawaiian Super Prix (25/02/99)

¿Quienes hubieran participado?

  1. Juan Pablo Montoya (Target Chip Ganassi Racing) – Campeón 1999 de CART
  2. Dario Franchitti (Team KOOL Green)
  3. Paul Tracy (Team KOOL Green)
  4. Michael Andretti (Newman Haas Racing) – Campeón 1991 de CART
  5. Max Papis (Team Rahal)
  6. Adrián Fernández (Patrick Racing)
  7. Christian Fittipaldi (Newman Haas Racing)
  8. Gil de Ferran (Walker Racing)
  9. Jimmy Vasser (Target Chip Ganassi Racing) – Campeón 1996 de CART
  10. Greg Moore (Forsythe Racing)*
  11. Tony Kanaan (Forsythe Pettit Racing)
  12. Bryan Herta (Team Rahal)

*Greg Moore falleció en el final de temporada en Fontana el 31 de octubre.

CART firmó un contrato válido por los siguientes tres años y que contaba con el apoyo total por parte del gobierno hawaiano. El Super Prix tenía una póliza de seguro de 30.000.000 de dólares en caso de que hubiera problemas por lo que la categoría no iba a perder dinero.

Debido a que ESPN/ABC estaban comprometidos de lleno con la recta final del campeonato de fútbol americano universitario ninguno de los canales propiedad de Disney iban a transmitir la carrera.

Esto llevó a que Rutherford se la jugara y pusiera la carrera en formato Pay Per View, con la producción y transmisión a cargo del canal Showtime. El precio a pagar era de 19.95 dólares.

La decisión de mover la carrera a PPV causó controversia entre los fanáticos de CART. El automovilismo y la plataforma paga nunca tuvo una gran relación en cuanto a taquilla.

Durante esos año, la plataforma PPV era popular, pero solo para el porno, el boxeo y la lucha libre profesional, mientras que en el caso del automovilismo, NASCAR trató sin éxito transmitir las carreras de Pocono a finales de los 80s, mientras que en Fórmula 1 tenemos a Bernie Ecclestone perdiendo millones de dólares con F1 Digital+.

Como forma de incentivar las ventas del PPV, la organización de la carrera lanzó un concurso telefónico con un premio de 1.000.000 para el televidente que contestara de forma correcta una serie de preguntas durante la transmisión.

“Vamos a tener uno de los eventos PPV más grandes del año”. – Richard Rutherford

El costo estimado del Super Prix iba a ser de 20.000.000 de dólares, con gran parte de la financiación proveniente de auspiciadores e inversionistas. Rutherford se jactaba ante los medios de que su evento no iba a utilizar fondos públicos.

El promotor vendió la carrera como un evento lleno de drama, acción, velocidad y el millonario pozo de 10.000.000 de dólares en juego, en lo que iba a ser el premio en dinero más grande de todo el automovilismo estadounidense.

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La organización de la carrera estimó ganancias por sobre los 70.000.000 de dólares. En cuanto a los espectadores se esperaba aproximadamente unos 50.000. Aunque Rutherford estaba más interesado en que la gente comprase el PPV.

Para el GP de Long Beach, Rutherford presentó a los medios el PPV de la carrera, pero cuando le preguntaron sobre cuanta gente hasta ese momento había comprado el evento, él no supo responder.

Con la presentación de la carrera ya hecha, la organización empezó a trabajar en la promoción del Super Prix. Mario Andretti fue contratado como vocero oficial del Hawaiian Super Prix.

Con los trabajo de construcción en marcha para tener el circuito listo para noviembre, los pilotos empezaron a conocer más sobre el trazado, siendo Mauricio Gugelmin el primer piloto en conocer en persona la pista.

“Estoy muy satisfecho con la superficie, particularmente en lo suave que es. Incluso siendo más suave que algunos de los circuitos permanentes en los que corremos”. – Mauricio Gugelmin (14/06/99)

La caída

El Super Prix necesitaba 20.000.000 de dólares para su realización, pero a solo meses de la bandera verde los problemas empezaron a salir a flote y de la peor forma.

La carrera nunca contó con auspiciadores de peso o mejor dicho con las marcas que se veían con frecuencia en CART. La mayoría eran locales que aportaban muy poco dinero o hacían canje como fue en el caso de los hoteles y automotoras.

Otro factor en contra fue el timing con el cual se presentó la carrera que fue a solo semanas del inicio de temporada en Miami. Para esas instancias, los equipos y auspiciadores ya tenían definidos sus presupuestos para el año, por lo que una carrera en Hawaii a finales de noviembre no era lo ideal para poder tener a marcas como Firestone, Target, Valvoline, Honda a bordo y menos para la logística por más que FedEx, el auspiciador principal de la categoría ayudase.

Para empeorar más las cosas, una huelga de trabajadores portuarios que ocurrió a finales de octubre demoró la construcción del circuito, la cual ya venía complicada debido a la falta de presupuesto.

Al momento de la huelga, el circuito ya estaba asfaltado, con la construcción de los pits y sala de prensa terminados, y con tribunas de una capacidad para 10.000 espectadores armadas. Pero faltaba el resto de las tribunas como también el enrejado de seguridad, el cual nunca llegó a Hawaii.

Rutherford estimó que 50.000 espectadores iban a estar presentes en la edición inaugural del Super Prix, pero solo 14.000 entradas se vendieron y con 7.000 entradas vendidas para el día de carrera.

La organización del Super Prix creyó que las ventas iban aumentar en los días previos al gran evento, pero con la carrera topando con el partido de fútbol americano la Universidad de Hawaii todo se estaba yendo en pérdida.

La carrera nunca tuvo de una publicidad masiva, esto se debió a que ESPN/ABC no cedieron material audiovisual de CART como también hicieron omisión en sus transmisiones del Hawaiian Super Prix. Por el otro lado, el departamento de publicidad de CART tampoco hizo un gran trabajo en cuanto promoción, dejándole toda la labor publicitaria a la organización del Super Prix, la cual priorizo el mercado hawaiano con anuncios en periódicos, letreros y radios locales.

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Poster promocional de la carrera.

Rutherford fue sacado de su cargo como Director Ejecutivo, siendo reemplazado por Phil Heard, promotor y Director Ejecutivo de la carrera de CART de Vancouver. En tanto que el ex promotor se asignó el rol de co fundador del evento y con la misión de desarrollar la carrera a largo plazo.

En el mes de septiembre, Showtime se bajó de la transmisión del Super Prix por la incertidumbre en cuanto a su realización carrera y porque la fecha topaba con la segunda pelea entre Evander Holyfield y Lennox Lewis por los campeonatos de pesos pesados. Aunque la transmisión estaría a cargo de HBO Sports, la cadena de tv estadounidense presintió de que la gente no iba a pagar más de 150 dólares por dos eventos PPV en un mismo día.

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Sin televisación, Haas retiró su apoyo económico, empeorando más el estado del Super Prix cuando quedaban menos de dos meses. Las cosas empeoraron más cuando la aseguradora Frontier dejo de invertir en el Super Prix tras fallidas negociaciones con la organización de la carrera.

En un intento desesperado por salvar la carrera, el canal Speedvision salió al rescate y se ofreció a transmitir el Super Prix. El canal antecesor al desaparecido SPEED Channel estaba en sus primeros años de emisión y con poco alcance de audiencia, pero al menos tenían un canal que podría producir una señal y transmitirla hasta cierto nivel nacional.

El empresario estadounidense Don Panoz entró al rescate de la carrera con un plan de salvataje de 15.000.000 de dólares. Sin embargo, su participación se filtró a los medios y terminó retirando el apoyo económico a vísperas del Super Prix.

La organización de la carrera hizo un desesperado último intento para salvar el Super Prix con un préstamo de altos intereses de un valor de 15.000.000 de dólares para poder completar la construcción de la pista y pagar los premios, pero fracasaron en su intento.

Sin dinero, auspiciadores, apoyo por parte de la isla de Hawaii y la decencia para poder defender la realización de la carrera, los organizadores cortaron por lo sano y cancelaron la carrera por falta de fondos para su realización cuando quedaba menos de un mes. Al momento de la cancelación, el director de carrera de CART, Wally Dallenbach estaba presente en Hawaii para inspeccionar la pista, la cual aprobó horas antes de la cancelación.

“Fui el Director Ejecutivo y permití que eso pasara. Todo esto fue responsabilidad mía”. – Andrew Craig, Ex Director Ejecutivo de CART (1993-2000)

Los primeros efectos de la carrera afectaron con fuerza a los negocios locales que tenían la esperanza de que la carrera fuese un éxito, mientras que las acciones de CART en la Bolsa de Valores de Nueva York subieron exponencialmente.

A pesar de todo, el Hawaii Super Prix fue la segunda carrera que terminó en bochorno para CART, ya en 2001 vendría el tiro de gracia con la Firestone Firehawk 600k en Texas.

Una carrera en Hawaii con el pozo más millonario del automovilismo estadounidense pudo haber sido uno de los grandes eventos en la historia de CART, pero la falta de planificación por parte de un promotor ambicioso y carente de visión que con la complicidad de una pasiva directiva de CART llevaron a su fracaso y que a la larga influyó en la caída brutal de la categoría para 2003.

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