Llegar a Fórmula 1 siempre ha sido un camino complicado por el aspecto competitivo y económico desde que se instauró una ruta para llegar a la categoría. Partiendo del nivel más bajo a la categoría antesala como ha sido la Fórmula 2, Fórmula 3, Formula 3000, GP2 y nuevamente la Fórmula 2.
En las últimas semanas, el tema del momento fue la potencial llegada de Colton Herta a Fórmula 1 para 2023. El piloto californiano del Andretti Autosport ha estado en la órbita de la categoría desde finales del año pasado con su jefe en IndyCar tratando de comprar el equipo Sauber junto con un programa de pruebas para Herta en la mesa para la recta final del 2021 y así correr a tiempo completo para este año.
Flash Forward a 2022 y Herta estuvo nuevamente en la órbita de Fórmula 1 con AlphaTauri, pero con los puntos de la Superlicencia en contra al estar corto por ocho puntos para llegar al número mágico de 40. Se hablo de una dispensación especial por parte de la FIA que tuvo a Red Bull haciendo Lobby, pero sin éxito poniendo fin al plan de ver a un piloto estadounidense en la grilla.
“Es una pena que la gente no se cuenta del valor que tiene un piloto estadounidense, especialmente un tipo como Colton Herta para un emergente mercado estadounidense, en especial con tres carreras de F1”. – Helmut Marko, consejero del Red Bull Racing a Motorsport Total
Herta tiene 22 años y desde 2019 que corre a tiempo completo en IndyCar, es el ganador más joven en la historia de la categoría al ganar el INDYCAR CLASSIC en Austin, 2019 a la edad de 18 años, 11 meses y 25 días. Hasta ahora ha logrado otras seis victorias y en 2020 termino tercero en el campeonato. Él es un diamante por pulir, pero no una moda pasajera a lo Jeremy Lin.
Desde al menos 2017 que existe una pirámide dentro de los campeonatos de monoplazas para llegar a F1, que parte desde Fórmula 4 y que lleva a Fórmula 1. Una estructura normal y que varias categorías siguen en un patrón similar como es el Road to Indy en IndyCar que ha tenido a varios graduados compitiendo en la categoría principal de monoplazas de Roger Penske como el propio Herta.
No obstante, la pirámide para llegar a Fórmula 1 está rota y es un tema complejo para arreglar. En primer lugar, no existe un flujo constante de pilotos para el recambio y tampoco equipos nuevos que expandan la grilla a 26 autos, muchos creen que eso solucionaría el problema, pero si el factor económico sigue siendo primordial, en especial para los equipos emergente que buscan establecerse en Fórmula 1 es volver a la raíz del problema.
Otro gran problema es la dependencia de pilotos veteranos, no podemos forzarlos al retiro con límites de edad, si los equipos siguen dependiendo de ellos para el desarrollo de sus autos, basta con ver los casos de Fernando Alonso y Kimi Raikkonen, quienes han competido pasado los 40 y que han tenido en el banco a Oscar Piastri, protagonista de la gran telenovela del mercado de pases.
La FIA quiere un piloto que venga por el mismo camino y así evitar lo hecho por Red Bull con Max Verstappen en 2014, quien paso de la Fórmula 3 regional a Fórmula 1 sin escalas con 16 años y que llevó a la instauración del sistema actual de la Superlicencia, pero esta vez el ente rector bloqueó la última gran movida de Marko y compañía.
Desde la instauración de la pirámide y refundación del campeonato de Fórmula 2 en 2017 que todos sus campeones han llegado a la Fórmula 1 con la generación 2019 de la categoría telonera siendo una de las columnas de la grilla actual de Fórmula 1 con el Top 3; George Russell, Lando Norris y Alex Albon corriendo en la categoría principal y siendo protagonistas habituales.
¿Entonces que hace tan especial a la Fórmula 2? Los pilotos, pero esos pilotos que marcan la pauta y que aparecen cada cierto tiempo porque si nos vamos por el nombre, la categoría no tiene mucho que añadir en comparación a IndyCar.
Otra gran interrogante es sobre la evolución del piloto y la gran interrogativa: ¿Se debe esperar que el piloto responda desde el primer momento o respetar su proceso de aclimatación y desarrollo? porque no todos van a ganar el campeonato en su primer año como Charles Leclerc lo hiciera en 2017. Nyck de Vries lo hizo en su tercer año compitiendo en F2, pero por más que tuviera el apoyo de Mercedes, siempre se le vio de menos por haber ganado el campeonato a Nicholas Latifi y Luca Ghiotto, dos veteranos de la categoría con el primero llegando a F1 de la mano del gran aporte económico por parte de su familia.
Digo esto porqué una de las grandes disyuntivas sobre el caso Herta y la obtención de la Superlicencia para él estaba en el hecho de que eso iba a pasarse por encima a los pilotos que estaban tomando la ruta convencional para llegar a F1 con la pirámide, pero si Red Bull no busco a algunos de sus pilotos dentro del programa de pilotos jóvenes que tienen para es porque no han dado con la talla según los principios del Dr. Marko. Nuevamente volvemos al punto anterior, Fórmula 2 es relevante por sus pilotos y ahora no hay alguno que mueva la aguja, ni siquiera el flamante campeón Felipe Drugovich, quien ganó de forma dominante el campeonato, pero que recién ahora logró firmar con Aston Martin para ser parte de un programa de pilotos. Aunque tenga un extenso programa de pruebas, su futuro dependerá de lo que haga Fernando Alonso en los siguientes dos años (o incluso más).
Por más que exista un camino para llegar a la Fórmula 1, no hay un método infalible porqué el sistema/pirámide tiene sus falencias que van desde la aplicación a sus elementos fundamentales, pero no por eso no se debe de mirar menos a otras categorías que “no cumplan” con los estándares de categorías formadoras de la FIA y es algo que Giancarlo Minardi, nuevo presidente de la Comisión de Monoplazas de la FIA tendrá que enfrentar muy pronto. Al ser consultado sobre la repartición de puntos para IndyCar, el fundador del equipo Minardi respondió de forma esquiva que por el momento estaba preocupado por la pirámide.
Esto no ha sido lo último de Herta en Fórmula 1 es una cuestión de tiempo de que llegue ahí, ya sea con Andretti pudiendo entrar por fin como equipo nuevo o que algunos de los equipos actuales lo contraten de una vez por todas de aquí a 2024.
IndyCar merece una mejor repartición de puntos para la Superlicencia, considerando que la camada de pilotos jóvenes que tiene la categoría actualmente que de a poco han hecho voltear cabezas dentro de la Fórmula 1. Como dijo Chris Medland en una columna de Motorsport Magazine: “Si hay pilotos ganando varias carreras en IndyCar son claramente talentosos para recibir una Superlicencia, y debería estar en manos de los equipos de F1 en decidir si ellos pueden hacer la transición para competir de los Estados Unidos a los grandes premios”.
Con el campeón de IndyCar logrando 40 puntos, el subcampeón recibiendo 30, el tercero 20, el cuarto 10 y del quinto al décimo lugar son solo dos puntos de diferencia que van desde los ocho puntos hasta un punto. Mientras que en Fórmula 2, los tres primeros tienen garantizada la Superlicencia y recién el que termina cuarto suma 30 puntos.
Hacer cambios no demeritará lo hecho por los pilotos de Fórmula 2 o hará un cambio dramático en la ruta para llegar a Fórmula 1 considerando el fuerte eurocentrismo que hay. Aunque en vez de preocuparse de eso podrían solucionar problemas más inmediatos como los problemas de motor, la poca accesibilidad presupuestaria para competir a tiempo completo y el nivel de manejo de la grilla que no los lleva a tener pilotos suspendidos cada cierto tiempo.
Tener una Superlicencia no te garantiza correr en Fórmula 1 de forma inmediata, pero tampoco debería ser un obstáculo para aquellos que están fuera del espectro europeo. Si al fin del día, un IndyCar y Fórmula 1 son lo mismo: un auto de carreras.