En mayo pasado, previo al GP de Miami, Adrian Newey anunció su salida del Red Bull Racing poniendo fin a 18 años de relación, llena de campeonatos y victorias para seguir asentado en Inglaterra como la gran contratación de Aston Martin, siendo parte del ambicioso proyecto de Lawrence Stroll con miras para 2026, año de inicio del nuevo periodo de regulaciones que regirá a la Fórmula 1 por al menos los siguientes siete años.
No tendrá que esperar demasiado como se pensó en un principio, ya que Newey empezará a trabajar con el equipo a partir del 1 de marzo del 2025, dos meses después del inicio oficial para el trabajo y desarrollo del diseño y aerodinámica de los autos del 2026.
La salida de Newey de Red Bull ha sido uno de los puntos más hablados de lo que va de esta temporada debido los problemas internos de Christian Horner; director del equipo, la lucha de poder entre Horner, Jos Verstappen, la familia Yoovidhya (dueños del 51% de Red Bull), Mark Mateschitz; hijo del cofundador de Red Bull, Dietrich y Oliver Mintzlaff; actual CEO de la marca de bebidas energéticas austriacas. Como también la fuga de cerebros como fue la salida (para final de año) de Jonathan Wheatley, director deportivo para encabezar el equipo Audi que entrará a F1 en 2026.
Por mucho tiempo se habló de que el potencial destino de Newey iba a ser Ferrari, quienes trataron de contratarlo en cuatro ocasiones diferentes desde la década de los 80s y que con la llegada de Lewis Hamilton para el próximo año pudieron haber armado un Dream Team.
También se habló de un regreso a McLaren o Williams, como también el retiro, pero finalmente los millones de dólares de Stroll, el ambicioso plan del equipo para entrar a la contienda para 2026 con Honda en lo que sería la última bala de plata de Fernando Alonso en Fórmula 1 que lo tendrá finalmente trabajando con una de las grandes mentes en la historia de la categoría.
Mucho se ha hablado de su salida de Red Bull, pero ¿Como él llegó al equipo de Milton Keynes en primer lugar? Un equipo cuyos inicios datan de finales de los años 90s cuando partió como Stewart GP para posteriormente dar paso a Jaguar Racing en lo que fue el gran proyecto de Ford en Fórmula 1 que fue un fracaso de proporciones para finalmente ser adquirido por Dietrich Mateschitz a finales del 2004.
La promesa
Proveniente de Leyton House, Newey llegó a Williams en 1990 tras ser despedido del equipo, previamente conocido como MARCH debido a los problemas económicos por parte de su entonces dueño, Akira Akagi. Aunque salió por la puerta chica, Newey mostró su primera muestra de brillantez en la Fórmula 1 con el GC901 que tuvo a Ivan Capelli y Mauricio Gugelmin luchando por la victoria en el GP de Francia en Paul Ricard, mientras él como cesante estaba viendo todos los pormenores en Inglaterra.
El periodo de 1991 a 1993 tuvo a Williams como el líder de innovación, además de tener el mejor auto de la grilla, pese a que Ayrton Senna venció a Nigel Mansell en la definición del 91′, el potencial mostrado por el FW14 fue una señal de que las cosas se avecinaban.
Mansell ganó el campeonato mundial con el FW14B en el 92, un auto que se caracterizaba por su suspensión activa que se complementaba con la aerodinámica del chasis que tuvo a Nigel como dominante absoluto y repitiendo en 1993 con Alain Prost, esta vez con el FW15.
Para 1996, la dinámica entre él y Patrick Head, director técnico y cofundador de Williams estaba desgastada con Newey buscando tener un rol más protagónico dentro de la toma de decisiones del equipo y consiguiéndolo en su última renovación de contrato, pero que no fue respetada en momento claves como la no renovación de Damon Hill en medio de la lucha por el campeonato que finalmente logró en 1996 o el fichaje de Jacques Villeneuve.
De Didcot se mudó a Woking para trabajar con McLaren a partir de 1998 donde fue pieza clave en los campeonatos de Mika Hakkinen en 1998 y 1999 con los recordados MP4/13 y MP4/14 como también crear una serie de autos que fueron contendientes al título y ganaron carreras con pilotos como David Coulthard, Kimi Raikkonen y Juan Pablo Montoya.
En el 2000, su gran amigo Bobby Rahal casi logra llevárselo a Jaguar Racing, logrando firmar un acuerdo en su momento. Sin embargo, todo quedó en nada debido al caos interno al que ya estaba sometido el equipo propiedad de Ford que culminó en su fracaso.
Embed from Getty ImagesEn su autobiografía How To Build a Car, Newey reveló que su relación McLaren o más bien con Ron Dennis, el histórico jefe de equipo se empezó a desmoronar en el año 2000 durante una viaje de vacaciones por Francia donde junto a Martin Whitmarsh se reunieron alrededor de una piscina para definir el futuro de McLaren.
«Ron le dijo a Martin (Whitmarsh) y a mí, ‘Miren, a largo plazo, quiero que ustedes dos tengan las llaves de McLaren. Yo me voy a retirar y ustedes dos quedan a cargo’. Yo dije, ‘Eso está bueno… ¿Pero cuando será?» – Extracto de la autobiografía How To Build a Car de Adrian Newey
Whitmarsh aceptó, pero la respuesta de Newey no cayó del todo bien en Dennis, quien respondió de que aún no había un marco de tiempo para eso, pero que aun así quería su compromiso en el largo plazo por el equipo a lo que él respondió, «No, lo siento Ron, por más que lo disfrute, pero no te voy a dar mi palabra de que vaya a estar sentado infinitivamente hasta que te retires».
Embed from Getty ImagesDennis recién dejo su puesto de director del equipo en marzo del 2009 a solo semanas del inicio de temporada a Whitmarsh. Semanas después renunció como director ejecutivo de McLaren en medio del escándalo por el actuar del equipo durante las vueltas finales del GP de Australia.
Después de ese viaje en Francia vinieron las tratativas para renovar el contrato de Newey con McLaren que llevó a una propuesta mucho más baja de los esperado que se resumió en un cortante «Tómalo o déjalo» de parte de Dennis y que fue la oportunidad para Rahal de intentar dar el batacazo de firmarlo, lográndolo en un inicio y que llevó a los desperados intentos de Dennis de retenerlo con una extensa reunión en casa del diseñador en Woking que culminó con su continuidad para mediados del 2001, un mejor salario y la libertad para trabajar en proyectos fuera de la F1.
Newey siguió ligado a McLaren por los siguientes cinco años hasta finalmente dejar el equipo a finales del 2005 y nuevamente con un proceso de renovación de contrato de por medio, pero está con Dennis sabiendo desde el primer momento que Newey se veía más fuera que dentro del equipo. Según reportes de la época, todo se definió por cuestiones de dinero con Newey buscando un aumento salarial de los seis millones a diez millones de dólares, pero ni Dennis y Whitmarsh, quien ese entonces era director ejecutivo del equipo pudieron justificar semejante inversión.
El llamado que lo cambió todo
En vísperas de la penúltima carrera de la temporada 2004 de Fórmula 1 en China, Ford puso en venta el equipo Jaguar y para finales de noviembre fue adquirido por Red Bull, simbólicamente habrían pagado un dólar, otros reportes dicen que Ford pidió una garantía de inversión por los siguientes tres años de 400 millones de dólares.
Red Bull heredó la infraestructura, como también el equipo técnico de Jaguar, las cuales estaban en un bajísimo nivel y que necesitarían un brusco reforzamiento si es que buscaban ser contendientes por las siguientes temporadas.
Christian Horner fue contratado como director del equipo, David Coulthard fue contratado como el primer piloto en la historia del Red Bull Racing, siendo él quien sugirió contratar a Newey para ser parte del equipo técnico del Red Bull Racing. «Si quieres llegar a algún lado, necesitas intentar y traer a Adrian» rememoró el británico en su autobiografía.
Durante la primera mitad de la temporada 2005, Horner y Newey tuvieron pequeñas reuniones en distintos lugares desde el Motorhome del equipo, conocido como The Energy Station a Mónaco para la Avant Premier de Star Wars: Episodio III – La Venganza de los Siths.
En Silverstone conoció de forma casual a Helmut Marko, consejero del equipo y amigo de Dietrich Mateschitz quien con pocas palabras se presentó, le entregó su tarjeta de contacto y se fue. Esto llevó a una reunión entre él, Horner y Coulthard.
«Había algo interesante ahí, es un equipo emergente y joven. Si hay estabilidad financiera esta podría ser la oportunidad de estar involucrado con un equipo más o menos de los principios. Eso fue algo que atrajo, en muchas formas, podrías decir que eran asuntos pendientes desde los días de Leyton House. Siempre lamenté el hecho de que nos cortaron el grifo cuando las cosas se estaban poniendo interesante. Yo había trabajado con equipos como Williams y McLaren, pero ya eran equipos que ganaron carreras y campeonatos mucho antes de que yo me uniera. Yo había aportado ideas y diseños nuevos, pero la infraestructura estaba toda allí. No tenía que participar en el crecimiento del equipo; todo lo que tenía que hacer era aportar creatividad y dirección de ingeniería. Era algo nuevo, un nuevo reto». – Extracto de la autobiografía de Adrian Newey, How to Build a Car
El tema del salario era el gran taboo dentro de las negociaciones, algo que ni Newey y Horner habían discutido hasta ese momento, pero todo cambió cuando viajaron a Austria a conocer al mismísimo Mateschitz en Salzburgo, dentro de su icónico «Hangar 7».
«Preguntar por un salario siempre parece ser algo incomodo de hacer y ciertamente no es mi gran motivación, pero como he dicho previamente, el salario es una forma de medir cuanto te valoran y eso es importante para mí. Marigold (su esposa en ese momento) y yo acordamos de que ella iba a tomar el trabajo de negociación y que debía pedir la misma cantidad de dinero que estaba ganando en McLaren, la cual había sido la misma que me ofreció Jaguar». – Extracto de la autobiografía de Adrian Newey, How to Build a Car
Según Newey cuando la cifra salió a la conversación, la reacción no fue de las mejores para Marko o Mateschitz con uno de los dos murmurando, «Que se vaya a casa«, pero todo cambió con un llamado telefónico a Gerhard Berger, expiloto de F1 y el primer atleta en ser auspiciado por Red Bull en su historia durante la década de los 80s.
Embed from Getty ImagesDietrich llamó a Berger, «tengo a Adrian Newey en Salzburgo, pero es muy caro, ¿Qué debo hacer?» le dijo a su amigo, a lo que el expiloto respondió, «Bueno, depende del valor que le pongas al segundo por vuelta». Eso bastó para sellar el acuerdo, el cual fue anuncio a finales del 2005 y que tuvo a Newey dejando las instalación de su ahora exequipo sin pena ni gloria tras notificarle a Dennis de su salida porqué este último quería que demorase su anuncio, pero con Red Bull haciendo el suyo en cuestión de minutos.
A final de año, el MP4/20, el último McLaren diseñado por Newey ganó el premio de «Auto del Año» en los Autosport Awards con él sentando en la mesa de Red Bull viendo como Dennis recibía el galardón y mencionándolo por su contribución al equipo. Como también decir que Newey se fue porqué quería un trabajo tranquilo, de baja presión para un equipo que no tendría éxito. Rematando con un «lo estaba haciendo por el dinero».
Las palabras no le causaron gracia a Horner, mientras que Newey tomó un enfoque más filosófico. «Al menos se que he tomado la decisión correcta y pensé, «Trabaja duro Adrian y demuéstrales»
En sus 18 años con Red Bull, Newey diseño 18 autos (tres de ellos fueron utilizados por Toro Rosso entre 2007 al 2009) con Sebastian Vettel, Mark Webber, Daniel Ricciardo, Max Verstappen y Sergio Pérez ganando un total de 121 victorias, siete campeonatos de piloto y seis campeonatos de constructores.
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