Spingate y el tiro por la culata

Las órdenes de equipo siempre han existido a lo largo de la historia del automovilismo de competición. Ya sea para favorecer a un piloto o para alterar el resultado como lo hiciera Ferrari en el Gran Premio de Austria del 2002 o Renault con el crashgate en el Gran Premio de Singapur del 2008 para que Fernando Alonso pudiera ganar la primera carrera nocturna en la historia de la Fórmula 1.

Rubens Barrichello cedió la victoria del GP de Austria a sólo metros de la bandera a cuadros. Foto gentileza de Getty Images.

En el caso de NASCAR son situaciones poco comunes, eso no significa que hayan ocurrido, pero con la categoría de la familia France vigilando tan de cerca el actuar de los pilotos y equipos, juntos a “los valores morales cristianos” por los que se rigen sus protagonistas es algo bastante complicado de hacer por sus implicancias deportivas y morales. Aún así ocurrió en una ocasión, con una situación en específico que cambió el curso de la categoría en el mediano plazo.

Agosto del 2013 y la serie mayor de NASCAR estaba entrando en su última carrera de la temporada regular antes del inicio del Chase; la liguilla de diez carreras entre 12 pilotos para definir al campeón.

El óvalo de una milla de Richmond era el escenario de la carrera número 26 de la temporada, en la entonces conocida como NASCAR Sprint Cup Series. 400 vueltas iban a definir a gran parte de la grilla de 12 clasificados que iban a luchar por el campeonato.

Bajo el antiguo sistema de clasificación, los 20 primeros del campeonato eran elegibles para ser parte del Chase. De los 12 cupos en disputa, el top 10 clasificaba de forma directa, mientras que los dos restantes bajo el nombre Wild Cards iban para los dos mejores pilotos que estaban en la posiciones diez hasta la 20, siendo los pilotos que ganaron carreras a lo largo de la temporada regular los que iban a tener mayor prioridad en cuanto a la elegibilidad de esos cupos.

Llegando a Richmond habían seis clasificados al Chase y con seis cupos restantes que iban a definirse entre diez pilotos durante esa carrera nocturna en el pequeño óvalo del estado de Virginia.

Posiciones previa a la carrera

  1. Jimmie Johnson (Hendrick Motorsports) 837 puntos – CLASIFICADO
  2. Clint Bowyer (Michael Waltrip Racing) 809 puntos – CLASIFICADO
  3. Kevin Harvick (Richard Childress Racing) 795 puntos – CLASIFICADO
  4. Carl Edwards (Roush Fenway Racing) 795 puntos – CLASIFICADO
  5. Kyle Busch (Joe Gibbs Racing) 786 puntos – CLASIFICADO
  6. Matt Kenseth (Joe Gibbs Racing) 768 puntos – CLASIFICADO
  7. Dale Earnhardt (Hendrick Motorsports) Jr 750 puntos
  8. Joey Logano (Team Penske) 729 puntos
  9. Greg Biffle (Roush Fenway Racing) 727 puntos
  10. Kurt Busch (Furniture Row Racing) 719 puntos
  11. Jeff Gordon (Hendrick Motorsports) 710 puntos
  12. Kasey Kahne (Hendrick Motorsports) 709 puntos
  13. Martin Truex Jr (Michael Waltrip Racing) 704 puntos
  14. Ryan Newman (Stewart Haas Racing) 699 puntos
  15. Brad Keselowski (Team Penske) 691 puntos
  16. Jamie McMurray (Chip Ganassi Racing) 680 puntos

De los diez contendientes por esos cupos, las miradas estaban puestas Kurt Busch, Jeff Gordon, Kasey Kahne y Martin Truex Jr. Todos ellos tenían las mayores chances de clasificar, pero dependían de un buen resultado en pista, de lo que hicieran otros pilotos y de tal vez la calculadora para ver si entraban o no por un margen mínimo de puntos.

En las vueltas finales Carl Edwards era el líder y estaba luchando por la victoria ante Ryan Newman, el cual estaba a una posición de asegurar su lugar en el Chase. Mientras que más atrás la lucha por los últimos cupos tenía a Jeff Gordon, Joey Logano y Martin Truex Jr como clasificados.

En la vuelta 390 Newman superó a Edwards por el liderato de la carrera y por consiguiente se estaba metiendo dentro del Chase en el lugar 12, sacando de la contienda a Truex Jr. Hasta que vino el golpe de escena cuando un ya clasificado Clint Bowyer, compañero de equipo de Truex Jr, hiciera un trompo en la curva cuatro del óvalo y con ello neutralizar la carrera para un sprint final de tres vueltas, y así definir al ganador y los clasificados.

Con la carrera neutralizada los líderes Newman y Edwards entraron a los pits por neumáticos frescos, claves para los reinicios, en especial para una pista corta. “El primo” ganó el duelo en pits, mientras que Newman perdió el liderato y quedó relegado al quinto lugar para el reinicio.

Con tres vueltas para el final las posiciones en el campeonato dentro de los pilotos que estaban en la zona roja de clasificación era la siguiente:

  1. Jeff Gordon
  2. Joey Logano – Clasificado con Wild Card
  3. Martin Truex Jr
  4. Ryan Newman
  5. Kasey Kahne – Clasificado con Wild Card

Ya en el reinicio Newman necesitaba superar cuatro autos para asegurar su cupo, pero quedó tercero y fuera del Chase. Carl Edwards ganó la carrera, seguido por Kurt Busch. En tanto que al fondo de las posiciones el drama estaba instalado.

Joey Logano entró por un punto tras terminar en la posición 22 y décimo en el campeonato, Jeff Gordon quedó octavo y en la posición 11 dentro del campeonato, pero fuera del Chase por no tener victorias en la temporada regular. Martin Truex Jr fue séptimo y entró al Chase en la posición 12 del campeonato, tomando una de las Wild Card gracias a su victoria en Sonoma y por tener más segundos lugares que Ryan Newman. Kasey Kahne tomó la segunda Wild Card tras finalizar en la posición 14 y con dos victorias en su haber.

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En los pits, la emoción embargaba a Truex Jr y a su jefe de equipo Michael Waltrip por la clasificación al Chase. Muy similar a que el piloto de Nueva Jersey hubiera hecho un gol en el minuto 90′ durante la final de la promoción para mantener la categoría.

Pese a toda la emoción y epicidad de lo hecho por Truex Jr porque llevaba dos carreras corriendo con una muñeca rota tras un accidente en Bristol y por consiguiente con una muñequera de titanio para ayudarlo con los movimientos del volante. Sin embargo, las sospechas empezaron a salir cuando Dale Earnhardt Jr estaba hablando con los medios y contó en primera persona cómo vio el trompo de Bowyer.

“Él se despistó como si nada. Debe ser la cosa más loca que haya visto, él estaba al borde con los frenos, moviendo su auto y el auto hizo el trompo. No se lo que sucedió”. – Dale Earnhardt Jr

Bowyer desde el primer momento negó que hubiera hecho el trompo a propósito, según el piloto de Michael Waltrip Racing, él tenía un neumático que estaba perdiendo aire que junto a la proximidad con la que se encontraba del auto de Dale Jr lo llevaron perder el control.

En la conferencia de prensa post carrera Truex Jr se hacía el desentendido de la situación diciendo que él había corrido su carrera y que recién se estaba enterado de lo ocurrido con Bowyer cuando un periodista le preguntó sobre aquello.

ESPN, el canal a cargo de la transmisión de esa carrera mostró la repetición del trompo de Bowyer junto a la radiocomunicación de su equipo. Ahí se empezaron a formar las primeras conjeturas sobre lo ocurrido en la vuelta 393.

En los mensajes de radios se pudo escuchar como Brian Pattie (jefe de equipo del auto de Bowyer) le preguntaba sobre una “comezón” en uno de sus brazos.

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Posterior a la sugerencia, Bowyer hacía un trompo en la vuelta 493, trayendo la última bandera amarilla de la noche para lo que fue el último reinicio que terminó metiendo a Truex Jr al Chase.

“Carajo, maldita sea. No necesitamos terminar últimos”. – Clint Bowyer al momento de entrar los pits durante el último reinicio de carrera

Horas más tarde se hizo publica la radiocomunicación entre Ty Norris; Gerente General del equipo y Spotter de Brian Vickers, el otro piloto del equipo de Michael Waltrip. En el último reinicio Norris le ordenó a Vickers que entrase a pits con el fin de que Logano ganara otra posición y así Truex Jr pudiera ingresar con la segunda Wild Card al Chase.

Finalmente en la noche del lunes cayó la bomba cuando NASCAR anunció los castigos para el equipo por las acciones del día sábado. Sin embargo, el ente sancionador no pudo encontrar evidencia suficiente para confirmar que el despiste de Bowyer haya sido intencional.

NASCAR multó Michael Waltrip Racing con $300.000 dólares, en lo que fue una de las multas más severas impuesta por la categoría a un equipo. Los pilotos; Clint Bowyer, Martin Truex Jr y Brian Vickers fueron penalizados con la quita de 50 puntos, como también para el campeonato de dueños de equipo.

Los jefes de equipos de los tres equipos de Michael Waltrip Racing fueron puestos bajo probatoria hasta final de año, Ty Norris fue suspendido de forma indefinida por su actuar como Spotter.

“Lo ocurrido en la radio del auto número 55 durante el final de la carrera del sábado por la noche en Richmond fue una decisión tomada en el segundo por el spotter Ty Norris de traer al auto #55 a los pits y ayudar a su compañero de equipo para conseguir un lugar en el Chase. Como equipo lamentamos la decisión y su impacto. Nos disculpamos ante NASCAR, nuestros competidores, auspiciadores y los fanáticos que se decepcionaron con nuestro actuar. Aprenderemos de esto y seguiremos adelante”. – Michael Waltrip, fundador de MWR

Con la quita de puntos en el campeonato de pilotos Truex Jr quedaba fuera del Chase y era reemplazado por Ryan Newman. Pero el batacazo vino el viernes previo al inicio del fin de semana de la carrera en Chicago, la cual daba el inicio a la liguilla de diez carreras cuando en una conferencia de prensa se anunció la adición de Jeff Gordon al Chase como el participante número 13.

El propio Gordon decía ser el mayor perjudicado de todo lo acontecido en pista, ya que hasta antes del trompo, él estaba dentro de las posiciones de clasificados. NASCAR optó por algo “salomónico” y lo añadió en el último momento cuando todo los souvenirs, Media Day y publicidad estaba hecha con la entonces grilla de 12 pilotos.

“Basado en nuestra revisión de la carrera de sábado por la noche en Richmond, de acuerdo a nuestra determinación el equipo MWR (Michael Waltrip Racing) trató de manipular el desenlace de la carrera […] como ente sancionador es nuestra responsabilidad el asegurar de que haya una igualdad de condiciones para todos nuestros competidores”. – Robin Pemberton, vicepresidente de competición de NASCAR

Las repercusiones sobre el actuar de MWR en Richmond trajeron más consecuencias para el equipo del dos veces ganador de la Daytona 500. NAPA Auto Parts, el auspiciador principal del equipo #56 y que había acompañado a Waltrip desde el 2001 anunciaba su salida del equipo una vez acabada la temporada. A raíz de esto, el equipo #56 cerró sus puertas y Truex Jr pasó a ser agente libre.

De tres autos, MWR paso a solo dos con Clint Bowyer y Brian Vickers como sus pilotos, los cuales siguieron corriendo hasta 2015 y en el caso de Vickers hasta inicios de esa temporada debido a problemas de salud.

MWR cerró sus puertas de forma definitiva tras el final de temporada en Homestead en ese mismo año. El equipo nunca pudo recuperarse de lo ocurrido en Richmond, ya que afectó en aspectos como fue la financiación del equipo y la pérdida del vital apoyo por parte de Toyota.

En la actualidad Michael Waltrip es comentarista de Fox Sports, Clint Bowyer sigue compitiendo en la serie mayor de NASCAR con Stewart Haas Racing como el reemplazante de Tony Stewart tras su retiro.

En el caso de la persona que en su momento fue el mayor beneficiario y el gran perjudicado por lo ocurrido en Richmond, Martin Truex Jr firmó por Furniture Row Racing para la temporada 2014. En 2016, el equipo de Denver, Colorado pasó a ser aliado técnico de Joe Gibbs Racing; el equipo top de Toyota en NASCAR.

El #78 pasó a ser de forma “no oficial” el cuarto auto del equipo del Coach Gibbs, trabajando de cerca con el #18, #19 y #20 en las carreras de Superspeedways, formando tándem de cuatro autos que beneficiaba al equipo principal de la marca japonesa.

Con el pasar de las temporadas pasaron a ser el equipo a vencer, siendo 2017 el año peak cuando consiguieron de forma dominante el campeonato de la serie mayor de NASCAR tras ganar la gran final de Homestead.

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Al año siguiente el equipo cerró sus puertas y Truex Jr terminó firmando por Joe Gibbs Racing para esta temporada tras un inicio complicado ha ganado cuatro carreras en lo que va del año y con su lugar ya asegurado en los Playoffs.

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En lo que fue el escándalo que terminó acabando con uno de los más competitivos de los últimos años y que por poco acabó con la carrera del que es uno de los pilotos más competitivos en la actualidad de NASCAR. Lo ocurrido ese sábado por la noche fue un acontecimiento que forjó el presente actual de la categoría. Como dice Vicentico: “los caminos de la vida no son lo que imaginaba”.

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