La pretemporada de la Fórmula 1 en 2021 ha estado marcada por los cambios en el calendario debido a la pandemia mundial del COVID-19 que ha llevado a retrasar el inicio de temporada y con el GP de Australia pasando de marzo a noviembre. La otra gran historia ha sido la renovación de contrato de Lewis Hamilton, el siete veces campeón mundial sigue en negociaciones con Mercedes para correr esta temporada.
Hasta la fecha han habido muchos rumores sobres las negociaciones, desde la mesa directiva rehusándose a las ofertas del piloto británico, o que INEOS; nuevo dueño de un tercio del equipo buscando reemplazarlo con George Russell tras su actuación en el GP de Sakhir luego que Hamilton diera positivo por COVID-19 en la antesala a la carrera.
No obstante, hace 27 años ocurrió una trama similar y que a la vez fue más compleja, la cual tuvo al piloto más connotado de la grilla de ese entonces poniendo en jaque su presencia para la temporada 1993 de Fórmula 1.
Esa temporada estuvo marcada por ser la última con las ayudas electrónicas, los gadgets que Williams desarrolló a su máximo esplendor para dominar a inicio de los 90s y que tuvo al recordado Paddy Lowe a cargo de la creación de su programación. Elementos como el control de tracción, caja semiautomática, frenos ABS y la joya de la corona como era la suspensión activa. Dichos elementos no solo estaban presentes en los autos del equipo, sino que en la mayoría de la grilla.
El año anterior, Nigel Mansell logró el tan esquivo objetivo de ser campeón mundial y al año siguiente fue el gran ausente para lo que iba a ser la defensa del título con él llevando sus talentos y el #1 (ahora transformado en #5) a IndyCar como flamante piloto del Newman Haas Racing.
La situación de Mansell fue complicada porque paso de lograr el campeonato en Hungría para que al día siguiente Williams no le renovase el contrato en desmedro de Alain Prost, el cual estaba concretando su regreso a la categoría después del año sabático que se tomó (a la fuerza) desde noviembre de 1991 tras haber sido despedido por Ferrari en la previa del GP de Australia.
Embed from Getty ImagesEl exitoso lobby hecho por Elf y Renault dentro de Williams ayudó a posicionar al “profesor” como piloto de Williams. En tanto que el detrás de escenas, Frank Williams trató hasta el último instante retener a Mansell, pero el flamante campeón no estaba dispuesto a repetir lo vivido en 1990 con Ferrari, cuando tuvo como compañero de equipo al francés dentro de un periodo tumultuoso lleno de polémicas en la interna de la Scuderia.
Mientras que al otro extremo, la situación en McLaren tampoco era de las mejores ya que Honda anunció su salida de la Fórmula 1 como consecuencia de la crisis económica asiática de 1992, dejando a McLaren sin motores para la siguiente temporada y a Ron Dennis haciendo una búsqueda desesperada en tiempo récord.
Los motores japoneses habían sido protagonistas de la Fórmula 1 para la década de los 80s, siendo pieza clave en los grandes rendimientos de equipos como Lotus, Williams y McLaren con estos dos últimos cimentaron un dominio total entre los años 1987 a 1991 con Nelson Piquet, Alain Prost y Ayrton Senna repartiéndose los campeonatos.
La relación entre Honda y Senna era una especial, la cual databa de los días que el paulista era piloto del equipo Lotus y siendo el regalón de Soichiro Honda, fundador de la marca. No obstante, para inicio de la década de los 90s y después de ganar el último campeonato en 1991. Los japoneses le avisaron de que el final de Honda en Fórmula 1 se venía, dándole vía libre a Senna para buscar otras opciones, mientras que Dennis se enteró tres meses después de que su piloto recibiera el aviso.
Con el aviso de antemano, Senna empezó a jugar con sus cartas para ver donde podría correr en 1993, siendo Williams la prioridad número 1. Nueve años antes en Silverstone, ese mismo equipo le dio su primera chance de probar un Fórmula 1 por lo que un “regreso a casa” era posible y el brasileño no estaba poniendo trabas, llegando a ofrecer sus servicios de forma gratuita al equipo. Este era su segundo intento de firmar por el equipo, ya en 1992 estuvo cerca de firmar tras haber ganado su tercer campeonato como reveló su manager Julian Jakobi en Beyond The Grid, pero la lealtad a Honda peso más y terminó renovando con McLaren.
Durante el GP de Portugal de 1992, Prost estaba a nada de concretar su regreso, pero a la vez vetando a Senna de que fuera su compañero de equipo para evitar lo ocurrido en 1989 y 1990. El veto llegó a oídos del brasileño, el cual tuvo su replica en la conferencia de prensa post carrera en donde llamó a su gran némesis “cobarde”.
“Es imposible aceptar de que alguien venga a un equipo con un contrato firmado en febrero, y nos veté a mi y a él (señalando a Nigel Mansell), posteriormente cambiaron eso, pero me mantuvieron vetado. Si Prost quiere ser conocido como un tricampeón y regresar de una manera deportiva para ganar otro campeonato debería comportarse de manera deportiva porque la forma en la que lo esta haciendo es la de un cobarde”. – Ayrton Senna
Con su llegada a Williams caída, Senna tenía dos opciones: un año sabático o renovar con McLaren, pero está vez con él poniendo las condiciones para su continuidad. “Tan pronto Honda se fue, él no quiso continuar, como cualquier otro piloto que quiere un contrato con una marca y creo que tenía razón” recordó Martin Whitmarsh a la revista Autosport en 2021.
Con los motores tomando un rol fundamental en la continuidad de Senna, Ron Dennis estaba teniendo negociaciones con Ford, la marca estadounidense era la proveedora de motores del equipo Benetton desde finales de los 80s, logrando buenos resultados. Sin embargo, en el caso de McLaren, ellos no tenían garantías de que recibirían la misma versión de los motores usados por los italianos, los cuales se habían convertido en el “equipo de fabrica”.
Embed from Getty Images“A inicios de año estaba tratando de convencerlo para que viniera desde Brasil, diciéndole, ‘ no te preocupes sobre el dinero, ven y prueba el auto’. Pero él (Ayrton) me decía ‘tú no puedes ganar con un Ford, no creo que quiera manejar’ y nuestras conversaciones era un ida y vueltas”. – Ron Dennis
En noviembre del 92′, Senna viajo a Phoenix a probar un IndyCar del equipo Penske, gracias a las gestiones de su amigo Emerson Fittipaldi que aprovechó una jornada de pruebas con el nuevo chasis del equipo para llevar a su compatriota a conocer de primera fuente los monoplazas de IndyCar. Las imágenes de Senna manejando el PC-23 dieron la vuelta al mundo e hicieron a muchos pensar que el brasileño iba a seguir los pasos de Mansell para correr en los Estados Unidos. No obstante, todos los presentes en esa prueba desde Fittipaldi, su jefe Roger Penske y los mecánicos sabían que era una maniobra de presión hacía Dennis para que consiguiera un motor competitivo.
Semanas después de esa prueba en Phoenix, McLaren trató de comprar el equipo Liger con la ayuda de Mansour Ojeh y así tomar el contrato de motores Renault, pero las negociaciones se cayeron y todos los caminos llevaron a negociar con Ford.
Ya en pretemporada, Dennis logró convencer a Senna de que viniera a Silverstone y probara el MP4/8 con motor Ford con resultados positivos tras haber dado una sola vuelta como recordó el ex director de McLaren en un artículo publicado en 2014 por la página oficial del equipo. “Lo entiendo, este motor es asombro, levantas el acelerador y sigue andando. ¡podemos ganar!” le dijo Senna en el motorhome y con ello firmando el contrato con Ford para diciembre del 92′.
Pese al optimismo de Senna, McLaren tenía un acuerdo secundario con Ford a diferencia de Benetton por lo que el equipo iba a correr las primeras carreras de la temporada con la versión HBV8, mientras que el equipo de la familia Benetton tendría la última versión conocida como Series VIII con válvulas neumáticas que generaban más caballos de fuerza.
Todo iba viento en popa para McLaren, pero aún así faltaba negociar un nuevo contrato con Senna. La oferta inicial fue de 5 millones de dólares por la temporada, algo que Senna aceptó, pero solo por las primeras cinco carreras de la temporada.
Llegando a febrero del 93′, las negociaciones entre Senna y el equipo estaban estancadas, llevando a McLaren a anunciar a Mika Hakkinen y Michael Andretti como sus pilotos para la temporada. La “nueva” alineación de pilotos tenía a un Hakkinen que pasaba de piloto de pruebas a piloto de tiempo completo, mientras que Andretti debutaba en Fórmula 1 tras un exitoso paso por IndyCar donde logró el campeonato de 1991.
Tras sus vacaciones en su natal Brasil, las negociaciones entre Senna y Dennis se reanudaron, pero sin aún poder llegar a un consenso antes del inicio de temporada en Sudáfrica. “Ayrton estaba algo preocupado sobre el 93′ porqué McLaren solo tenía un motor cliente de Ford” recordó Julian Jakobi, manager de Senna en Fórmula 1.
Dennis y Senna no cedían en sus puntos, pero a la vez se necesitaban el uno al otro, lo que faltaba era llegar al punto medio. A inicios de febrero en las oficinas de Phillip Morris en Suiza todas las partes involucradas se reunieron para negociar y con el brasileño dejando en claro sus condiciones económicas; un millón por carrera, los cinco millones que se ofrecieron al inicio lo tendrían compitiendo hasta el GP de España para el mes de mayo.
“Ayrton dijo, ‘Ok, si tienen más dinero para después, discutiremos las próximas carreras después de las cinco primeras’. Eso ocurrió, el primer contrato se firmó por cinco carrera, un millón por carrera, pero pusimos una condición en el contrato. Ayrton les dijo, ‘No volveré a menos que el dinero este en mi cuenta bancaria antes del miércoles previo a la carrera”. – Julian Jakobi
Con el acuerdo inicial de cinco carreras, Senna ganó dos carreras carreras de forma sensacional en Brasil y Donington Park. Sin embargo, el primer problema contractual ocurrió en vísperas del GP de San Marino en Imola cuando el millón de dólares no llegó a la cuenta bancaría de Senna antes del miércoles, quedándose en su natal Sao Paulo.
El equipo decía que había hecho la transferencia, pero Jakobi no había recibido la confirmación por Fax o teléfono por lo que Senna no iba a correr en Imola ese fin de semana, dando inicio a una frenética carrera solucionar el problema. El dinero llegó al día siguiente, pero Senna estaba desparecido y para la tarde estaba en un avión rumbo a Roma con Jo Ramírez yendo a buscarlo, pero errando en el destino demorando su llegada.
Finalmente Senna llegó al Dino y Enzo Ferrari en las primeras horas de la mañana del viernes a pocos minutos del inicio de la primera práctica libre. Al ser consultado por la prensa sobre su bullada ausencia y tardía llegada culpó a los motores Ford.
Embed from Getty Images“El motivo por el que llegué tarde fue simplemente por el motor. Aunque Ford tenga un contrato con Benetton y la gente deba respetar los compromisos que tienen, nosotros sacamos tres buenos resultados en las tres primeras carreras de la temporada que Ford nunca imaginó. Se los demostramos, no con palabras sino que con acciones. Benetton sacó seis puntos con dos autos y yo 26 puntos. Eso es incuestionable”. – Ayrton Senna
El punto al que hacía referencia era que Benetton estaba bloqueando a McLaren para recibir las actualizaciones más recientes del motor Ford. El equipo británico aún estaba corriendo con la versión HB V8, la cual fue actualizada a la versión Series VIII para el GP de Gran Bretaña “No necesito esta mierda. ¿Por qué tendría que ir a Imola y soportar esta situación?” se preguntó Senna, quien en un inicio decidió no volar a San Marino, pero en el último minuto recapacitó junto al millón de dólares como forma de echarle cara a los italianos por la jugarreta.
Llegando a España era momento de renegociar el acuerdo con McLaren. ¿iban a seguir con otras cinco carreras o iban a firmar algo más concreto y a largo plazo? Las dos victorias a inicios de temporada aumentaron la plusvalía de Senna y con ello a empujándolo a tener mejores condiciones contractuales, las cuales se complementaron más con una victoria en Mónaco que lo puso líder en el campeonato.
McLaren tuvo otro susto en vísperas del GP de Francia, nuevamente el millón de dólares no llegó a tiempo y con ellos partieron las negociaciones que extendieron hasta altas horas de la noche, mientras el equipo legal redacta todo tipo de documentos para el fin de contrato.
“Ron le dijo, ‘tú no vas a hacer eso, porqué se que Ayrton esta en el avión. Me han informado de que va en el avión y que ha dejado Sao Paulo. Hora y media después sonó el teléfono, era Ayrton. Lo pusimos en el altavoz y le dijo, ‘aún sigo en Brasil, Ron’. Dennis le respondió, ‘No, tú no estas, el avión se fue, ¡es imposible!’ y Ayrton le respondió, ‘Estoy en Rio, en la oficina del jefe de la policía del aeropuerto y no me subiré al avión hasta que me confirme que el dinero este en mi cuenta”. – Julian Jakobi
Lo que ocurrió fue que Ayrton iba en el avión, pero le dijo al piloto que parase en Rio de Janeiro para bajarse y negociar. Logrando así que Dennis le diera garantías de que el dinero iba a estar en su cuenta antes del inicio de las actividades en Magny Cours.
Finalmente, Senna y McLaren llegaron a un acuerdo que iba de carrera a carrera con un salario fijo de un millón de dólares, el cual era pagado días previo al inicio del fin de semana de Gran Premio por el resto de la temporada hasta su última carrera por el equipo en Adelaida donde ganó su última carrera, la #41 para poner punto final a un año lleno de dudas, desafíos, carreras memorables de cinco victorias que pusieron fin a una era.
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