Opinión: ¡No lo digas, pelotudo!

Kyle Larson está en el ojo del huracán por decir la famosa palabra con N durante una transmisión de Twitch de una carrera de eNASCAR que fue organizada por el piloto de la serie mayor Landon Cassill en el óvalo de Monza durante la noche del domingo pasado.

Llega a ser contraproducente que un piloto de ascendencia asiática haya dicho tal palabra. De hecho “Miyata” es uno de los casos más exitoso del programa de diversidad que tiene NASCAR para tener a más minorías participando dentro de la categoría.

Las repercusiones no se hicieron esperar y Larson ha sido suspendido de su equipo Chip Ganassi Racing sin goce de sueldo por tiempo indefinido, la misma acción hizo NASCAR e iRacing, la plataforma virtual de simuladores donde se corrió la carrera del desafortunado momento “Randy Marsh”.

En menos de 24 horas, Larson perdió tres auspiciadores claves dentro de su equipo #42 como fue McDonald’s, Credit One Bank y Clover, dejando en una mala situación económica al equipo para cuando se reinicie en algún momento la temporada 2020 de la Cup Series tras la pandemia mundial del COVID-19.

El piloto california expresó sus disculpas mediante redes sociales, pero no fueron suficientes para detener las severas repercusiones que están afectando en el corto y mediano plazo su carrera como piloto profesional.

¿Porque esto afecta tanto que haya dicho esa palabra? La infame palabra con N desde siempre ha tenido una connotación negativa hacía la población afroamericana dentro de los Estados Unidos desde hace tres siglos atrás.

Hasta el día de hoy se utiliza de forma despectiva para referirse a una persona de color. Aunque eso ha cambiado con los artistas de hip hop/rap, quienes le han dado un sentido opuesto al original, su connotación negativa sigue latente dentro de la sociedad.

Mucha gente dentro de América Latina no dimensiona la gravedad de esto por la situación. Aquí estamos hablando de un contexto histórico que tiene esa palabra y del pasado que NASCAR quiere dejar de lado.

Kyle Larson no fue víctima de la corrección política progresista que varios han dicho y con la cual tratan de justificar lo ocurrido. Él cometió un error que desafortunadamente pone su carrera como piloto en jaque y por consecuencia debe pagar por ello, era imposible de que saliera endeble de esto sin algún castigo severo.

Desde sus inicios que NASCAR ha estado ligada a la parte más conservadora de los Estados Unidos como es el sur, conocida por ser una de las más racistas durante el periodo de segregación racial y mucho antes dentro del país en los últimos tres siglos.

Bill France Sr, fundador de NASCAR apoyó al candidato independiente George Wallace en las elecciones presidenciales de 1968. El cual previamente fuera gobernador de Alabama en pleno periodo de segregación racial.

Wallace fue uno de los protagonistas de dicho periodo cuando trató de bloquear la entrada de estudiantes afroamericanos a la Universidad de Alabama en 1963, dicha situación fue emulada en una de las escenas de Forrest Gump.

Embed from Getty Images

En los últimos años ha estado trabajando arduamente para mostrarse más abiertas ante las minorías, primero con la creación del programa de diversidad que llevó a que el propio Larson pudiera tener una carrera en NASCAR desde 2013, otro caso exitoso es el de Daniel Suárez, el piloto oriundo de Monterrey y campeón 2016 de la Xfinity Series.

Pero por cada paso que hacen, retroceden dos como ocurrió cuando varios pilotos y el ex CEO de la categoría apoyasen públicamente al entonces candidato presidencial Donald Trump, el problema fue que el otrora presidente tomó eso como si NASCAR, la categoría le estuviera dando su apoyo incondicional.

Lo mismo se puede decir de la bandera confederada, uno de los símbolos de la guerra civil del siglo XVIII y que cuyo origen tuvo que ver con el fin de la esclavitud cuando Abraham Lincoln asumió como presidente de los Estados Unidos en 1861.

Embed from Getty Images

Con el pasar de las décadas la bandera se convirtió en un objeto de homenaje para los antepasados que perdieron la vida en el conflicto armado, para otros es un símbolo para los grupos de extrema derecha, Ku Klux Klan de resistencia ante el gobierno y igualdad entre razas.

Como respuesta a la tragedia en Charlottesville, VA, NASCAR ordenó el retiro de las banderas confederadas, en lo que fue una decisión que tuvo la resistencia de muchos fanáticos dentro de la categoría.

Desde que Donald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos en 2017, las diferencias raciales se han acrecentado con una serie de incidentes de brutalidad policial hacía la gente de color y que llevó a la famosa protesta de estar arrodilla durante la entonación del himno patrio en eventos deportivos como ocurriera en la NFL con Colin Kaepernick.

Embed from Getty Images

La reacción de NASCAR ante este tipo de situación es de “hazlo y no vuelves más”, tomando la batuta como el deportes más patriótico del país donde Dios, la patria y los motores son los tres pilares fundamentales para el fan duro de la categoría.

Lo que ocurrió en la noche del domingo fue una situación desafortunada, las reacciones por parte de NASCAR y su equipo han sido drásticas, pero a veces se tienen que hacer un ejemplo de algo, en especial con la categoría tratando de lo que ha sido historia que le ha llevado a ser conocida como “el deporte más blanco de los Estados Unidos”.

Ya para finalizar, parece que tendremos que emular el aviso de utilidad pública que hizo el actor Yul Brynner antes de morir de cáncer, pero en vez de no fumar, debería ser algo así: “ahora que me cancelaron, te digo: no lo digas, hagas lo que hagas, no lo digas”.

Apoya a El Otro Lado De Las Carreras en Patreon por tan solo dos dólares al mes

4 comentarios sobre “Opinión: ¡No lo digas, pelotudo!

  1. […] El año pasado, Kyle Larson paso del exilio forzado por hacer «un Randy Marsh» a ser el campeón de la serie mayor de NASCAR y de manera dominante desde la introducción del formato Playoffs que junto a sus victorias en los Sprint Car como su segunda victoria en el Chilli Bowl demuestran lo completo que es como piloto y que nos deja desear verlo competir en las 500 millas de Indianápolis en un futuro cercano. […]

  2. […] El año pasado, Kyle Larson paso del exilio forzado por hacer “un Randy Marsh” a ser el campeón de la serie mayor de NASCAR y de manera dominante desde la introducción del formato Playoffs que junto a sus victorias en los Sprint Car como su segunda victoria en el Chilli Bowl demuestran lo completo que es como piloto y que nos deja desear verlo competir en las 500 millas de Indianápolis en un futuro cercano. […]

Deja un comentario